Afectados por los parques eólicos de Monte do Gato denuncian "las prisas" de la Xunta en la emisión de autorizaciones
El 25 de enero termina el plazo dado por el Estado para que gestione las solicitudes que son de su competencia
Mónica Fernández Aceytuno, eólicos en Monte do Gato
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A Coruña
Las plataformas de afectados por los proyectos eólicos do Monte do Gato han denunciado la precipitación y falta de rigor en la emisión de autorizaciones de parques eólicos por parte de la Xunta, ante el fin de plazo dado por el Estado para que gestione las solicitudes que son de su competencia que termina el 25 de enero. Subrayan que se han autorizado proyectos sin estudios de sinergias o en entornos con alto valor ambiental y cultural. Aseguran que la Xunta sigue sin enviar a sus técnicos para evaluar el hallazgo de petroglifos y otros vestigios arqueológicos en zonas donde ha dado luz verde a parques con importante afectación a los restos encontrados y al medioambiente.
Denuncian que el Estado ha emplazado por dos veces a la Xunta de Galicia para que informe sobre el alcance de los descubrimeintos y no ha obtenido respuesta. Señalan que en el informe de autorización del parque de Penasboas se refleja que se encargó un estudio de sinergias en la mañana del 23 de diciembre y se entregó el mismo día, sólo 8 horas después. Los parques de Celga y De Gato se autorizan, aseguran, a pesar de que en el mismo informe medioambiental se reconoce que se ha producido un fraccionamiento de los proyectos, una práctica que considera ilegal, dicen, el Tribunal Supremo. Advierten de que en Seselle la Xunta sigue sin estudiar el alcance del hallazgo de petroglifos. Mónica Fernández Aceytuno, una de las portavoces del movimiento, bióloga y divulgadora medioambiental.
La Xunta ha autorizado cinco parques eólicos en la zona y solamente ha rechazado la autorización de uno. Los parques de Gato, Felga y Penas Boas de Greenalia, y Feás y Seselle de Galenergy han recibido luz verde. Solamente ha activado la declaración de impacto ambiental desfavorable al parque eólico de Fontella, en Aranga y Oza-Cesuras, de la empresa Galenergy.
Los vecinos ponen en cuestión las caracterísitcas de Galenergy. Denuncian que es una empresa con sólo tres mil euros de capital social para acometer proyectos que podrían llegar conjuntamente a los 100 millones y que no tiene experiencia en el sector eólico. Insisten en que los proyectos de la zona se han segmentado para eludir trámites medioambientales más estrictos.
Las plataformas de afectados de la zona han presentado ante la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural la Solicitud de su catalogación como Paisaje Cultural tras el hallazgo de petroglifos, la mayor concentración de mamoas megalíticas de Galicia y restos de la Torre de Teodomiro. La petición se une a la de declaración de Parque Natural que acumula más de 37 mil firmas. Su objetivo final es solicitar que la Consellería de Industria declare esta área como no apta para desarrollar macroproyectos industriales. El próximo miércoles 25 de enero finaliza el plazo 48 parques siguen pendientes de obtener la declaración de impacto ambiental. Hay en total 140 proyectos presentados, cerca de un centenar han recibido luz verde.
Reserva da Biosfera Mariñas Coruñesas Terras do Mandeo ha mostrado su satisfacción por el rechazo al parque de Fontella, no se ha pronunciado sobre las autorizaciones del resto. En nota pública ha recordado que el estudio de impacto negativo se justifica por los efectos significativos que tendría sobre el proyecto de la Reserva. Considera que afecta a una zona núcleo del territorio en los municipios de Aranga y Oza-Cesuras.
El BNG ha presentado iniciativas en el Parlamento Gallego para que se tramiten de forma conjunta los seis parques que se proyectan en la zona. Considera fraudulento que se tramiten por separado cuando compartirán infraestructuras y líneas de evacuación y multiplican el impacto en el entorno. La formación subraya que estamos ante un área que es una reserva hídrica, con gran valor natural y cultural, pues alberga un parque megalítico único en Galicia. Pide a la Xunta que incluya la zona en la Red Natura, un trámite pendiente a pesar de los informes favorables de Europa.