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Peritos de Renfe señalan que el accidente de Angrois "era previsible al 100%"

Frans Heijnen y James Robert Catmur tienen claro que "solo había que esperar" al momento en que se produjese, y no entienden cómo no se percibió el riesgo de "accidente mortal" en A Grandeira, que se podía percibir "a simple vista"

Los expertos Frans Heijnen (d) y James Robert Catmur (i), que elaboraron un informe para la aseguradora de Renfe, en el juicio del Alvia. EFE/ Xoán Rey / XOÁN REY (EFE)

Santiago de Comopstela

Que se produjera "un accidente mortal" como el que ocurrió en julio de 2013 y en el que murieron 80 personas y otras 140 resultaron heridas en Angrois "era previsible al 100% y tan solo "había que esperar" al momento en que sucediera. Así lo afirmaron dos peritos de la aseguradora QBE de Renfe, que declararon en el juicio que eran incapaces de entender cómo se había hecho el análisis de riesgos y cómo era posible que no se hubiera percibido este riesgo.

Frans Heijnen y James Robert Catmur fueron tajantes en una nueva sesión de esta macrovista. Los dos coincidieron en que "era 100% previsible" que se produjese un accidente, y remarcaron que "a simple vista" se podía ver que se podía registrar "un accidente mortal" en esta línea. A lo largo de su declaración pusieron en duda el trabajo de Andrés Cortabitarte, el que era director de seguridad de Adif cuando se puso en funcionamiento la línea, y uno de los dos encausados. Señalaron que se basó en un informe parcial para avalar la seguridad.

De hecho consideran que la evaluación de riesgos tuvo deficiencias importantes, y se centraron en ese cambio brusco de la velocidad que hay que hacer al llegar a la curva de A Grandeira, donde hay que pasar de 200 a 80 kilómetros por hora. Además apuntaron que el entorno, con la presencia del muro de hormigón, era especialmente peligroso.

Por eso remarcaron que debería haber más niveles de protección, "una barrera técnica", que protegiese un despiste o un fallo del maquinista. La importancia del factor humano volvió a estar encima de la mesa. Ambos se preguntaron por qué se dejaba todo a merced del maquinista, que no tenía tiempo para corregir un fallo.

También el cambio de proyecto y la falta del sistema de seguridad ERTMS ocuparon una parte del interrogatorio. Heijnen expuso que esta herramienta era mucho más segura que el Asfa, al dar varios avisos y frenar el tren en caso de que no hubiera reacción por parte del maquinista.

Así pues, había varios elementos que, de haberse cambiado, hubieran evitado el accidente. Por eso, la identificación de riesgos y el "safety case" estaban "incompletos", en opinión de ambos peritos. Ni se identificó correctamente el peligro ni se hizo una buena gestión después, en opinión de Catmur. Por eso se preguntaban cómo era posible que Cortabitarte hubiese dado el visto bueno y firmado el certificado de seguridad.

El hecho de que nadie percibiese el riesgo es una pregunta que se ha repetido varias veces en estos meses de juicio. Hoy, los peritos respondieron que hay una "creencia" de que la normativa lo cubre todo, pero sin entrar a analizar si es adecuada. Solo su cumplimiento no garantiza la seguridad, comentaron.

Ambos señalaron que la responsabilidad era de la empresa encargada de la infarestructura, en este caso, el ADIF.

En esta tensa sesión, que escenificó el choque entre Renfe y ADIF, el abogado del estado que defiende al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, trató de replicar la versión de los dos peritos, que de nuevo insistieron en que esta empresa tendría que haber garantizado la seguridad, con independencia de lo que estableciese la normativa.

Iñigo Caínzos

Redactor en Radio Galicia desde julio de 2021....