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Vuelta de tuerca de Adif señalando a Renfe: se podría haber instalado "una cabina estéril"

La directora de Seguridad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias considera que, con esta medida "complementaria", que hubiera supuesto la prohibición de molestar al maquinista en determinados momentos, se podría haber evitado el accidente

La directora de seguridad de Adif, Esther Mateo (c) acompañada por la abogada , Adela Álvarez Caramés (d) a su llegada esta mañana a la Ciudad de la Cultura para declarar en el juicio del Alvia. EFE/Xoán Rey. / XOÁN REY (EFE)

La directora de seguridad de Adif, Esther Mateo (c) acompañada por la abogada , Adela Álvarez Caramés (d) a su llegada esta mañana a la Ciudad de la Cultura para declarar en el juicio del Alvia. EFE/Xoán Rey.

Santiago de Compostela

El Admistrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha dado una vuelta de tuerca más, señalando lo que podría haber hecho Renfe, para evitar el accidente en Angrois en el que murieron 80 personas en julio de 2013. Según la directora de Seguridad, Esther Mateo, el operador ferroviario podría haber adoptado medidas complementarias que en la práctica supusieran la prohibición de comunicarse con el maquinista en determinados momentos, una especie de "cabina estéril" como existe en los aviones.

La declaración de Mateo, que ostenta el mismo cargo que ocupaba Andrés Cortabitarte, uno de los acusados, en el momento de puesta en funcionamiento del tramo. Durante el interrogatorio por parte de la Abogacía del Estado, que defiende al propio Adif, esta perito se centró en argumentar que lo que se hizo se adaptaba a la normativa, y en poner el foco, como han hecho otros declarantes vinculados con este organismo, en la figura del maquinista y su "desatención prolongada" provocada por la llamada del interventor.

Así pues, Esther Mateo indicó que se podría haber tomado una medida "complementaria", que sería "organizativa", y que le hubiera correspondido adoptar a Renfe, y que, según su parecer, podría haber evitado el accidente. Se refería a una medida que existe en el sector aeronáutico, una especie de "cabina estéril", que lo que supone es que "no se puede molestar al piloto" en determinados momentos. En el caso de los aviones, en aterrizajes y despegues, mientras que en el mundo ferroviario, la correspondencia sería en puntos críticos de la conducción, según precisó a preguntas del Ministerio Fiscal.

Esta medida podría haber complementado a otras de carácter "técnico", como eran el sistema ERTMS, contemplado en el proyecto original, pero no en el modificado, o la instalación de balizas, una solución que se adoptó después del accidente. Todas hubieran actuado como "barrera". Durante esta parte del interrogatorio, la perito centró la responsabilidad en Renfe.

Sobre este asunto, el abogado de la plataforma de víctimas comentó que existía un aviso por megafonía cuando el tren se acercaba a Santiago - un aviso que no percibió el interventor - pero la directora de Seguridad del Adif respondió que no tenía "nada que ver" con el concepto de cabina estéril, y agregó que ese aviso está pensado para los viajeros.

Comportamiento "impredecible" del maquinista

Este mismo letrado le quiso preguntar si el ERTMS hubiera evitado el accidente. Mateo admitió que sí, pero quiso restar importancia comentando que había otras barreras, como el margen de velocidad que permite la curca sin que haya un descarrilamiento.

En si intención por avalar la actuación de Cortabitarte y del resto del equipo, explicó que el salto de velocidad en A Grandeira, en donde había que pasar de los 200 kilómetros por hora a 80, sí que podía verse, pero apuntó que el exceso de velocidad fue consecuencia de un comportamiento "impredecible" por parte del maquinista, en referencia a la "desatención prolongada" consecuencia de la llamada que duró 100 segundos.

También declaró que no se instalaron balizas porque "no había evidencias de nada", y añadió que ese exceso de velocidad "no se había dado antes".

Sobre la responsabilidad de Cortabitarte, declaró que "sería una irresponsabilidad poner en manos de una sola persona la verificación de infinitas decisiones", eximiéndolo de su culpa en el análisis de riesgos. Un argumento que choca con el hecho de que toda la responsabilidad de la circulación del tren se dejase en manos del maquinista, que no tenía más apoyo que el Asfa, y no contaba con ningún mecanismo que parase el tren.

Iñigo Caínzos

Iñigo Caínzos

Redactor en Radio Galicia desde julio de 2021. Graduado en Administración y Dirección de Empresas y...

 
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