Chelo Loureiro: "Unicorn Wars es brutalmente feminista y muy punki"

Ferrol

Ha pasado una semana desde que la productora audiovisual Chelo Loureiro (Ferrol, 1958) se subiese por tercera vez a recoger un Premio Goya, que en su edición de 2023 ha reconocido a "Unicorn Wars" en calidad de mejor filme de animación, igual que un año antes lo hizo con otra obra liderada por ella, "Valentina".

De su director, Alberto Vázquez, ensalza su "originalidad fuera de lo común" y afirma que merece "todo el apoyo", en especial porque señala que lo "normal" es que estos "artistas los acaben apoyando incluso desde fuera de España" y se vean abocados a "emigrar".

"La animación me encanta, tenemos muchísimo talento en Galicia", destaca en la jornada en la que visita su ciudad para participar en un coloquio que acompaña a la proyección de la premiada cinta en los cines Dúplex.

Loureiro expresa que la "competencia era muy dura a todos los niveles", así que este es "un Goya muy celebrado" porque se medía a gigantes como "Tadeo Jones" y por ser el primer año en el que en "cada categoría había cinco nominados".

De la saga del aventurero reseña que tiene "mucho éxito" y que detrás de ella "hay grandes profesionales y toda la maquinaria de Telecinco", algo que es "inalcanzable" para esta pieza de Abano Producións, la compañía de la ferrolana.

Valora que la distinción vaya a permitir que la "gente escuche hablar de la película" y manifiesta que no "teníamos dinero para hacer una campaña como Telecinco", tampoco un "canal de televisión a nuestra disposición", como el de Mediaset España.

Y es que Televisión Española y Televisión de Galicia "compraron la película", pero su condición de canales públicos o la supresión de publicidad en la estatal hacen "muy complicado" acometer una campaña de parecida envergadura a la que puede desplegar la cadena privada.

Chelo Loureiro agradece que "Unicorn Wars" haya recibido no pocos elogios, "gustó mucho", y recalca que Galicia "es una potencia audiovisual, somos un país pequeño para la cantidad de profesionales que hay".

El Goya también posibilita un "cambio, por fin", en torno a las etiquetas que suelen rodear a la animación, a menudo atribuida en exclusiva a un público infantil; nada más lejos de la realidad, este filme es "para mayores de 16 años".

La productora habla de la diferenciación "entre cine de autor", el que la Academia premia, y el "más comercial" pero igualmente "necesario", como el de un Santiago Segura que mete "en el cine a todo el mundo, pero sus películas nunca obtuvieron" uno de los populares "cabezones".

"Conseguimos una mayoría de edad, los académicos valoran el cine de autor bien hecho", apostilla, para opinar que "Unicorn Wars" es una obra "brutalmente feminista y una crítica; es muy punki".

No fue sencillo estrenarla y hubo que llamar a unas cuantas puertas "con un informe debajo del brazo", pero les recibieron "con muchos noes" por la crudeza de su argumento; pese a todo, insiste en que sus promotores "creíamos en este proyecto, sabíamos que teníamos que levantarlo".

En la búsqueda de financiación, la primera ayuda vino de la Axencia Galega das Industrias Culturais y la TVG como "una semilla" detrás de la que vinieron más respaldos económicos. Loureiro observa que es "una película que arremete contra todo tipo de fanatismos, es muy dura", y cree que de ella "subyace un mensaje muy potente, que no tiene sentido ningún tipo de guerra".

Seis años después de iniciar el camino, rememora que en el comienzo "nos hacía mucha gracia" el protagonista, "un tipo absolutamente loco", pero con el estallido de la guerra de Ucrania "dejó de hacer gracia porque era un calco de lo que estaba ocurriendo".

Lo tiene claro la productora, que en 1981 se convirtió en la primera mujer ingeniera en el astillero de Bazán Ferrol, ahora Navantia: "No tienen sentido las guerras territoriales, es absurdo". Para Chelo Loureiro, el último año ha sido "brutal" para el cine español, por la "cantidad de películas que se hicieron" y por su calidad, para confesar su "dolor" por ver a "Alcarràs" sin ningún Goya.

Remarca que Carla Simón merecía la estatuilla a la mejor dirección, máxime por ser la responsable de que España ganase 40 años después un Oso de Oro en Berlín, pero considera que ese reconocimiento, al haber transcurrido prácticamente doce meses, puede haber quedado relegado en la mente de los académicos.

"La gente olvida, a lo mejor funcionamos por lo más novedoso", concluye; de ahí el fenómeno de "As bestas" mientras obras también aplaudidas, como "En los márgenes", de Juan Diego Botto, también se marcharon con las manos vacías cuando "era un peliculón fabuloso; era un año muy difícil".