Puntazo de fe en la casa del tercero

Vigo

El Celta sacó un puntazo en el 92. Lo hizo con diez en un acto de fe que demuestra que el Celta de Carlos Carvalhal ya sonríe y empieza a mecanizar mucho de lo que quiere el entrenador de Braga. El autogol de Robin Le Normand hizo justicia con el equipo que disparó 19 veces en el campo del tercer clasificado, el que tiró más entre los tres palos que su rival, el que tuvo más llegadas al área, el que sacó 7 córners por 3 del equipo local y, el que jugando con diez fuera de casa los últimos 20 minutos de partido, siguió creando más ocasiones. Un palo de Aspas, un disparo de Aspas, un mano a mano de Seferovic, otro de Larsen, podríamos ocupar tres párrafos con las ocasiones del equipo. Curiosamente llegó el gol en un centro de Aspas que Le Normand metió en su portería. Fue la menos clara pero fue un error derivado de cargar el ataque incluso con diez jugadores. Fue una demostración de fe, de colmillo, de hambre y de fútbol. Un puntazo de los que suman en la clasificación y en lo futbolístico.

El equipo fue uno en actitud en la primera parte y otro en la segunda, pero, en los dos tiempos fue mejor y propuso más que la Real Sociedad. El arranque del partido fue un ejemplo. El Celta tuvo una ocasión clara que Carles Pérez quiso finalizar cuando tenía solos a Luca y a Larsen. En el minuto 4, un fallo de Beltrán permite a Kubo robar y meter un pase a Oyarzabal. Mingueza estaba mal colocado y Oyarzabal sorprende a Villar con un disparo por el palo corto. 1-0. Los de Imanol no quisieron arriesgar y buscaban algún fallo del Celta para sentenciar. Pero sobre todo no querian verse sorprendidos.

Los de Carvalhal fallaban en lo más caro del fútbol: el remate o el último pase. Pero sorprendían una y otra vez a una Real que se conformaba con aguantar el balón y buscar la velocidad de Take o Mikel.

La segunda parte, con Seferovic en el campo, la presión fue más alta y cada acción tenía mucha más intención de dañar al rival, más problemas para los centrales y más compañía para Aspas en el ataque.

Este es el camino de un Celta que creció contra los de arriba. Ganó al Athletic, ganó en el Villamarín, perdió inmerecidamente contra el Atlético y empató en Donosti. 7 puntos de los últimos 12 que dan alegría y tranquilidad a los de Carvalhal que trabajan ya a otro nivel y son capaces de competir contra los de arriba. Ahora tiene que hacerlo también en su Liga, con los Valladolid, Osasuna, Rayo, Espanyol y Almería. Eso dice el calendario.

Carvalhal sigue haciendo un trabajo de muchos quilates para que el Celta resurja. Queda mucho por hacer, pero el camino recorrido ya se nota.