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Zona Franca expone a los empresarios de Tomiño las posibilidades que ofrece en suelo, financiación y apoyos

David Regades se reunió con una veintena de empresas de sectores del transporte, metal o piedra

El delegado de Zona Franca de Vigo, David Regades (tercero por la izquierda en la primera) junto a representantes políticos y empresariales del Baixo Miño en Tomiño.

Tomiño

Los empresarios de Tomiño conocieron de primera mano las posibilidades que ofrece el Consorcio de la Zona Franca de Vigo para sus empresas, tanto en suelo, como financiación y apoyos. El delegado, David Regades mantuvo un encuentro este miércoles con una veintena de empresarios de transportes, metal, piedra, sector hortícola y agrícola, así como asociados de Adeto, la asociación de comerciantes y hosteleros de Tomiño, y de Coxapo, asociación de traída de agua rural, para acercarles todas las herramientas del Consorcio.

Regades destacó que “los instrumentos de la Zona Franca están al servicio de las empresas para crear empleo”, además de subrayar que “esta reunión es un ejemplo de que pueden pedirnos este tipo de encuentros para conocer qué herramientas puede ofrecer el Consorcio, como es el caso de Vigo Activo, que estudia cualquier proyecto que muestre solvencia. De hecho, la sociedad de capital riesgo de Zona Franca tiene inyectados 25 millones de euros en empresas gallegas”, comentó.

Asistió también a la reunión la portavoz municipal del PSOE, Violeta de Santiago, quien destacó “la preocupación por la falta de suelo industrial y de oportunidades para los jóvenes, que tienen que marcharse para desarrollar su proyecto vital”. Precisamente, Zona Franca tiene en marcha un plan estratégico para el sector hortofrutícola del Baixo Miño cuyo objetivo es contribuir a una mejora de la competitividad de ese entorno. El trabajo, que está en la fase final y pronto se presentarán los resultados, incluirá un exhaustivo diagnóstico sectorial, los objetivos estratégicos y una hoja de ruta con actuaciones específicas, claras y realistas para la mejora de la competitividad de la actividad hortofrutícola, que repercuta en el desarrollo económico de la comarca y la calidad de vida de sus habitantes.