Efectividad y la magia de Aspas para golear al Rayo
El Celta decantó la balanza con dos goles en tres minutos en la segunda parte y se aleja del descenso
Vigo
Sin ser tan superior como indica el marcador final (3-0), el Celta vuelve a demostrar que atraviesa su mejor momento de la temporada. Segunda victoria consecutiva en casa y ya son 5 partidos sin perder. Con estos 3 puntos, el equipo vigués se coloca con 31 y una ventaja de seis sobre los puestos de descenso.
Los primeros diez minutos fueron un vendaval celeste. Antes de cumplirse el primer minuto, Gabri Veiga le puso en bandeja el gol a Aspas, cuyo remate no encontró portería. El porriñés probó suerte poco después con un disparo desde la frontal que desvió a córner Dimitrievski. Tras ese fulgurante inicio, el partido bajó de ritmo y el Rayo se hizo con el control del partido. Su jugador más peligroso era el central Lejeune, que estuvo cerca de marcar en dos ocasiones; la primera en una falta lejana que se fue rozando el larguero, la segunda con un saque de esquina que evitó Iván Villar que fuese un gol olímpico.
El cuadro franjirrojo se fue con mejores sensaciones al descanso y estuvo a punto de confirmarlas al inicio del segundo tiempo. Raúl de Tomas consiguió hacerse un hueco dentro del área, pero su disparo se estrelló en el palo. La respuesta del Celta fue letal: Javi Galán pone un buen pase al punto de penalti que le llega a Iago Aspas, que con un tiro cruzado bate al guardameta visitante. En el ataque siguiente, un tiro de Seferovic lo desvía Dimitrievski y la pelota pega en Pathe Ciss que la mete en su propia portería. El tanto fue anulado por fuera de juego, pero tras revisión en el VAR, subió al marcador.
Pese a quedar casi media hora de juego, esos dos goles fueron un mazazo del que el Rayo no consiguió reponerse. En el tramo final, una mala cesión permitió a Aspas sentenciar el encuentro con una vaselina exquisita por encima del portero. Incluso pudo llegar el cuarto, pero Larsen no le puso un buen balón a Cervi, que no consiguió empujarlo a la red en el segundo palo.