El Museo de Pontevedra ejemplo ético para muchos
La institución museística acaba de devolver dos obras de arte que los nazis robaron durante su invasión de Polonia durante la II Guerra Mundial.
Cuadros expoliados por los nazis vuelven a Polonia
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Santiago de Compostela
El Museo de Pontevedra contaba entre sus fondos con un díptico atribuido al pintor flamenco Dieric Bouts, concretamente una Dolorosa y un Ecce Homo, que en el año 2020 fueron reclamados por el Gobierno de Polonia por tratarse de os obras expoliadas por los nazis a la familia polaca Czartoryski, una vez verificada la autenticidad de la reclamación la institución museística pontevedresa inició el proceso de devolución que culminó el pasado día 17 de marzo.
El Gobierno polaco estima que unas 600.000 obras fueron robadas por las tropas alemanas durante la II Guerra Mundial. El díptico en cuestión era propiedad de la familia Czartoryski, miembros de la alta nobleza polaca que llegaron a poseer un mueso con más de 2000 piezas. La pintura flamenca en cuestión terminó en manos del empresario José Fernández López, que al parecer la abría adquirido en los años 70 en una galería de arte y que formaba parte de una colección de 313 obras que en 1994 fueron adquiridas por la Xunta.
Un acto oficial celebrado el pasado viernes día 17 visualizó la restitución de los dos cuadros del Museo de Pontevedra, un Ecce Homo y una Dolorosa, que fueron devueltos a ese país tras comprobarse que habían sido robados por los Nazis.
El ministro de Cultura de Polonia, Piort Glinski, agradeció la colaboración del gobierno español y concretamente la disposición de la Diputación de Pontevedra, por la diligencia en la devolución de estas obras arte; calificando de “ejemplar” la actuación de la Diputación. El ministro confirmó que a partir de este momento ambas obras quedarán expuestas en el Castillo de Goluchów para que puedan ser contempladas por todos los ciudadanos.
El embajador de España en Polonia, Ramiro Fernández, manifestó que por fin ambas obras “ya están en casa”, y explicó que la colaboración en esta devolución se debe a que “España es un país comprometido con la legalidad internacional, incluyendo el castigo de los crímenes de guerra y la devolución del arte robado”. El embajador lamentó que Polonia perdiera unas 600.000 obras de arte durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial, muchas de las cuales no se han recuperado, pero insistió en la necesidad de seguir buscándolas para devolver ese patrimonio a sus legítimos propietarios.
Desde la Diputación de Pontevedra, tanto el vicepresidente César Mosquera como el director del Museo José Manuel Rey, recordaron todo el proceso seguido durante los últimos tres años para devolver ambos cuadros, en una decisión que consideraron de justicia. César Mosquera señaló en esta emisora que “nadie no Museo estaría tranquilo sabendo que hai uns cadros que fueron expoliados”, y añadió que “a pena por perder ambos cuadros compénsase coa satisfacción de saber que se está facendo un acto de xustiza e de coherencia”. El vicepresidente agradeció especialmente el trato recibido por parte del gobierno polaco. El acto oficial tuvo además un amplio seguimiento por parte de los medios de comunicación de Polonia que lo calificaron de trascendente y un ejemplo a seguir para poder recuperar el gran patrimonio artístico que Polonia perdió durante la Segunda Guerra Mundial.
Los dos cuadros pertenecen ya al museo de Poznan, que, por paradojas de la historia, actualmente acoge de forma provisional obras de Arte de Ucrania, que fueron trasladadas a este país para preservarlas de la guerra.