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La Audiencia condena a prisión permanente revisable al autor del triple crimen de Valga

La sentencia también le priva de la patria potestad de sus dos hijos. Considera que mató a las tres mujeres "de manera intencionada", por el "profundo desprecio" que sentía por su exmujer.

Ya hay sentencia por el triple crimen de Valga. La audiencia de Pontevedra condenó a prisión permanente revisable a José Luis Abet, por el asesinato de su exesposa Sandra Boquete, de su excuñada Alba y de su exsuegra María Elena.

La sentencia dada a conocer hoy coincide con el veredicto del Jurado y condena al acusado por tres delitos de asesinato. Le impone 24 años de prisión por asesinar a su exmujer. Otros 23 años y medio por el asesinato de su exsuegra. Y prisión permanente revisable al añadir el crimen de su excuñada.

Pero, además, la sentencia incluye otros 9 años de prisión por las lesiones psíquicas que este crimen produjo en sus dos hijos, que presenciaron los hechos; y se le priva de la patria potestad sobre los menores. También se le imponen otros dos años de prisión por tenencia ilícita de armas.

Los magistrados consideran como agravante la discriminación por razón de género. A mayores se le prohíbe residir en el término municipal de Valga durante 32 años.

La sentencia recoge también indemnizaciones millonarias para los familiares de las víctimas: 400.000 euros a cada uno de sus dos hijos, 300.000 euros al marido de la exsuegra y padre de las otras dos víctimas. Otros 120.000 euros a la madre de la exsuegra, y abuela de las otras dos víctimas. Otros 55.000 euros para cada uno de los cinco hermanos de la exsuegra, y tíos de las otras víctimas; y 80.000 euros a la pareja sentimental de la excuñada. La sentencia considera probado que José Luis Abet mató a las tres mujeres "de manera intencionada", por el "profundo desprecio" que sentía por su exmujer, "a la que consideraba inferior por su condición femenina", en “un acto de imposición y dominación". El tribunal señala también que "quiso expresamente" que sus hijos presenciaran los crímenes "con el consiguiente sufrimiento que suponía para ellos", y siendo "plenamente consciente" de que estaban delante.