Un año de espera para que la Iglesia autorice la exhumación de cuatro vecinos de A Coruña asesinados en Bértoa en 1936

A Coruña

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica lleva esperando un año a que la Iglesia autorice la exhumación de cuatro republicanos vecinos de A Coruña asesinados en Bértoa en septiembre de 1936. Tiene todos los permisos salvo el del Obispado que ha recibido numerosas cartas de familiares, vecinos y entidades ante el retraso. Las personas enterradas estaban en la cárcel y en sus casas en A Coruña y fueron secuestradas y paseads y asesinadas en el Campo de Morgade, en Bértoa. Son Juan Boedo Pardo, Andrés Pinilla Fraga, Pedro Pinilla Calvete y Francisco Miguel Fernández Díaz.

Los cuerpos, que mostraban heridas de bala, aparecieron el 29 de septiembre del 36 en el Campo de Morgade, en Bértoa,Carballo. El párroco y los vecinos decidieron enterrarlos en el cementerio del lugar a escondidas. Durante años se han depositado flores en ese lugar que no tiene ninguna indicación. La Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica cuenta con todos los permisos necesarios pero la autoridad eclesiástica de Santiago de Compostela lleva meses alargando el proceso. Argumenta que alguno de los feligreses se opone a la exhumación.

Esta es la primera vez que la Comisión se encuentra con obstáculos en su labor de ayudar a las familias de los desaparecidos por la represión franquista a encontrarlos para identificarlos y poder darles una sepultura digna.

Los cuatro asesinados que se pretenden exhumar son: Juan Boedo Pardo, de 28 años, vecino de Cristobo das Viñas. De profesión gasista. Andrés Pinilla Fraga, de 52 anos. Vivía en Coruña y fue conserje del Colegio Notarial de Coruña. Pedro Pinilla Calvete, de 21 años, nacido en A Coruña. De profesión mecánico. Francisco Miguel Fernández Díaz, de 38 años. Pintor, ilustrador, librero y crítico de arte. Una de las grandes personalidades artísticas de Galicia, de su tiempo y nombre mítico de la pintura gallega contemporánea.