La historia de siempre en el Bernabéu
El Celta apenas plantó cara a un Real Madrid que ganó sin forzar la máquina
Vigo
Puntuar en el estadio del Real Madrid sigue siendo una misión casi imposible para el Celta desde el regreso a Primera División. En esta ocasión, el equipo vigués defendió correctamente, pero fue muy inocente el área rival. En cambio, el cuadro merengue venció por 2-0 con apenas esfuerzo.
Muy mermado por las bajas, el conjunto celeste salió bien plantado y con intención de aprovechar las pocas llegadas al área que seguramente tendría. Sin embargo, a partir del minuto 15, el Real Madrid monopolizó el balón y encerró a los vigueses en su campo, aunque sin crear ocasiones claras. Kevin quedó condicionado con una amarilla muy tempranera en su duelo con Vinicius y esa circunstancia la quiso aprovechar el brasileño, el más activo de los atacantes blancos. Los de Ancelotti coleccionaban disparos sin peligro y parecía que la defensa celeste resistía. Sin embargo en el minuto 41, Vinicius le cogió la espalda a Kevin y puso un balón perfecto al punto de penalti que recogió Marco Asensio. El balear le pegó al primer toque y el balón rozó en Galán y entró en la portería sin que Iván Villar pudiese hacer algo para evitarlo.
Carvalhal movió ficha al descanso dando entrada a Cervi por Solari, pero el efecto se desvaneció a los dos minutos del segundo tiempo, cuando Militao, libre de marca, cabeceó a la red un córner botado por Asensio. A partir de ese momento, el Real Madrid empezó a sestear y el Celta adelantó líneas en busca del tanto que le metiese en el partido. Los acercamientos se quedaban en nada por malos centros, controles o remates, salvo en el minuto 78. En ese momento, Aspas se plantó en un mano a mano contra Courtois. El moañés consiguió regatear al belga, que se rehízo para desviar a córner el tiro posterior del atacante celeste. En esa jugada se desvaneció cualquier atisbo de remontada.
Con esta segunda derrota consecutiva, los vigueses se quedan a diez puntos del séptimo clasificado, por lo que la prioridad pasa por ganar el miércoles al Elche en Balaídos y alcanzar los 39 puntos que prácticamente servirían para asegurar la permanencia.