Absueltos de homicidio imprudente

La muerte de un cazador de 59 años durante una batida de jabalíes celebrada el 19 de enero en un paraje de San Xoán de Río no fue un hecho delictivo. Así lo ha considerado la magistrada del juzgado de lo penal 1 de Ourense, que acaba de absolver a dos compañeros de la víctima de los cargos de homicidio por imprudencia por los que fueron juzgado hace algunos meses. En la sentencia, la togada no ve probado que aquel día se infringiera norma alguna de caza ni tampoco advierte de actuaciones erróneas que hubiesen provocado el fatal desenlace. Lo ocurrido, por lo tanto, fue un fatal accidente por el que nadie debe pagar, al menos en el ámbito penal.

La Fiscalía de Ourense sostenía que el disparo que mató al cazador lo había realizado uno de los investigados desde una zona no autorizada, destinada al adiestramiento, si bien la magistrada entiende que la normativa cinegética establece que se debe abatir a un animal cuando haya quedado herido, y también advierte que al perjudicado nadie le indicó que se pusiera en el lugar en el que se encontraba y desde el que resultado complicado verlo.

Aunque inicialmente la familia del fallecido se había personado en la causa como acusación particular, antes del juicio hubo un acuerdo económico con las defensas que dejó al ministerio público como única parte que reclamaba reproche penal por el caso. De hecho, se pedían condenas de hasta tres años de prisión.