El Celta se enfrenta a su Cornellá segunda parte
Los de Carvalhal viven un contexto parecido al Celta de Óscar García Junyent
Vigo
El Celta se lo volverá a jugar a una carta el domingo. Lo hace tres años después del milagro de Cornellá cuando logró salvarse con un sufrido empate y el empate del Leganés en casa ante el Real Madrid. Aquel será recordado por ser el partido de Aspas tirando de un equipo bloqueado, Aidoo jugando lesionado, Nolito rezando el rosario en la grada y Denis, con un móvil, viendo el Leganés-Real Madrid y narrándole al banquillo lo que allí pasaba. Un partido que guarda muchas similitudes con el del domingo. El rival es de Barcelona, aunque cambia de bando, el rival no se juega nada, te vale hacer lo mismo que tu rival e incluso te puedes salvar perdiendo y llegas con muchas bajas al choque.
El Celta llegó a Cornellá el Prat sabiendo que permanecería en primera si ganaba y también empatando o incluso perdiendo siempre y cuando el Leganés no ganase al Real Madrid. El Celta empató 0-0 y el Real Madrid empató 2-2. En el minuto 92 Óscar Rodríguez, actual jugador del Celta, tuvo un mano a mano que desperdició con un disparo que se fue por encima de la portería del Madrid cuando tenía a dos compañeros desmarcados y en mejor posición. El Espanyol que ya fue nuestro rival en la famosa permanencia del 4% con aquel milagroso gol de Natxo Insa y el de Griezmann en Riazor. El rival no se juega nada el domingo, al igual que aquel Espanyol que estaba descendido. El Barcelona llega con el campeonato de Liga, con las despedidas de Alba y Busquets esta semana y con la planificación del futuro inmediato. También en aquel Espanyol había un maridaje de jugadores que sabían que su futuro estaba fuera del club perico, pero también jugadores que tenían una última bala para reivindicarse porque, además, el director deportivo era el entrenador en aquellos momentos: Rufete. Ahora también hay muchos jugadores que intentan hacer méritos o para convencer a Xavi Hernández o para que una potencial salida tenga el mejor destino posible. El otro día volvía a marcar, y por partida doble, Ansu Fati.
El Celta llega otra vez a esta final con muchas bajas. En aquella ocasión perdió a Rafinha y Nolito por sanción y tenía lesionados a Rubén Blanco, Sergio Álvarez, Denis Suárez, Juncá, Smolov y Aidoo. Los celestes tuvieron suerte en Cádiz en donde De Burgos hizo un arbitraje bastante diplomático y en donde sacó pocas amarillas al equipo de Carvalhal que tenía a algún jugador amenazado de sanción. Hace tres año fueron durísimas las pérdidas de Rafinha y Nolito por dos amarillas evitables, fruto de la tensión, en el partido anterior al del RCD Stadium.
Se repite también que el Celta vuelve a tener lesionado al portero titular. Si hace tres años Rubén Blanco se perdió aquella final, este año pierde a Marchesín. Como también se lesionó el segundo portero, Sergio Álvarez hace tres años y Diego Alves en esta ocasión, Iván Villar será el titular como ya lo fue en aquella ocasión. Aidoo forzó para estar en Cornellá pero va a tener difícil hacerlo en esta ocasión. Todos los que estuvimos en aquel Espanyol-Celta recordamos la imagen de un Aidoo con un vendaje compresor que le ocupaba toda la pierna, estirando cada vez que se paraba el partido. Arriesgó al máximo y lo dio todo para que el Celta pudiese salvarse. También Murillo arrastraba problemas físicos y no pudo estar al 100% pero quiso arriesgar para estar en el once inicial. Al faltar Aidoo, podrían repetir en el once inicial Hugo Mallo, Fran Beltrán y Iago Aspas. El resto de la formación fueron Murillo y Olaza en defensa; Brádaric y Brais Méndez en la media y Pione y Mina arriba. En el banquillo repetirá Kevin Vázquez y, del primer equipo solamente estaban Okay, Pape Cheik, Jorge Sáinz, Nestor Araujo y el Toro Fernández. Al tener tantas bajas, Óscar García tuvo que tirar del filial y se llevó a Dragan Rosic, Juan Hernández, Fontán, Jacobo, Sergio Bermejo y Iago Domínguez. Ahora se repite la situación tres años después. Esperemos con el mismo final aunque el nivel de sufrimiento sea el mismo.