La Ventana Metropolitana
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Día Mundial del Medio Ambiente

La Marisma da Foz se despierta este lunes con una singular instalación artística flotante

Una "caca" flotante de la asociación Colectiva Eco-artística Riquiñas en Acción denuncia la contaminación de este espacio natural

La instalación artística denuncia el estado de la marisma en el Val Miñor

Este lunes 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, la marisma da Foz del Val Miñor ha amanecido con una instalación efímera a modo de protesta. Se trata de una "caca" flotante, que porta un letrero en el que se puede leer: “A marisma da Foz é unha cloaca".

En un comunicado denuncian que las mariscadoras han dejado de trabajar en el estuario de la Foz del río Miñor. Los niveles de contaminación obligaron en su día a las autoridades a prohibir la extracción de moluscos para el consumo humano y, en la actualidad, lo único que se puede extraer en determinadas áreas de este espacio natural es cebo.

Esta situación ha provocado que, coincidiendo con la celebración del 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente este 5 de junio, la asociación Colectiva Eco-artística Riquiñas en Acción (RAKA) haya desplegado una "caca" de grandes dimensiones cerca del puente de A Ramallosa, punto de encuentro de los tres concellos del Val Miñor, para llamar la atención sobre el actual estado de degradación de la Marisma da Foz.

El mismo comunicado informa de que esta situación está vinculada a la contaminación de las aguas y afectan a los tres concellos de la zona, ya que uno de los focos confirmado por la Unión Europea está en el EDAR de Gondomar, que recibe un caudal de aguas fecales y pluviales que superan la capacidad de la instalación y produce desbordamientos que acaban en el río, en la marisma y en el mar.

Esta asociación denuncia, además, la situación en Baiona, debido al regato que vierte a la marisma directamente, con el consiguiente olor a aguas fecales en la zona de Santa Marta. También señalan los vertidos de Nigrán, que van a parar a la marisma desde el paseo de A Ramallosa y el puente. Esta situación, señalan, empeora en verano cuando la población del Val Miñor se triplica.

Desde esta asociación explican que esta "caca" flotante está fabricada en un 99% con materiales biodegradables y ha sido diseñada por diferentes artistas que buscan la reflexión y complicidad de la ciudadanía a través de este tipo de acciones: "Esta obra es una llamada de atención a nuestros gobernantes, para hacerles ver nuestras preocupaciones de la mano del arte. Es necesario que tomen partido y busquen una solución conjunta y responsable. Existen diversos colectivos sociales y medioambientales que llevan tiempo denunciando el estado de la marisma. Estamos a tiempo de recuperarla, pero hay que hacerlo ya".