Más presión del sector del metal en la tercera jornada de huelga que acusa a las patronales de “reírse de ellos”

Tercera jornada de huelga programada de trabajadores del sector del metal con más presión en las calles. La conexión entre Pontevedra y Vigo por la autopista AP-9 se ha visto interrumpida esta mañana porque los manifestantes han cortado el tráfico con árboles y la policía ha cargado contra manifestantes en Vigo. En Pontevedra, la comarca de Arousa y en el interior de la provincia las manifestaciones han transcurrido algo más tranquilas, aunque igual de ruidosas.

Para hoy 22 de junio estaba fijada una nueva jornada de parón en las empresas relacionadas con el sector del metal y los pronósticos se han cumplido con un amplio seguimiento en toda la provincia, lo que ha provocado la paralización de la producción en la mayoría de las compañías en Pontevedra – Arousa y Deza Tabeirós. Los sindicatos dicen que no cesarán sus protestas hasta que las patronales pontevedresas equiparen las condiciones salariales a las del resto de las provincias gallegas.

Desde primera hora, los piquetes han estado en los polígonos “vigilando” que nadie entrase a trabajar a las empresas. A las 12:00 horas, como en jornadas pasadas, han salido las manifestaciones en Pontevedra y Arousa. La primera ha concluido frente a la Subdelegación del Gobierno y la segunda en la zona de O Ramal, en Vilagarcía. El portavoz del metal en el sindicato CIG, Anxo Lúa, ha explicado que los trabajadores no piensan bajar los brazos y habrá huelga en el sector del metal, de nuevo, los días 28 de este mes, es decir el próximo miércoles, y los días 6 y 7 de julio. Las negociaciones para la firma de un nuevo convenio siguen estancadas y los sindicatos reprochan la actitud “pasota” de las patronales Asime, Atra e Instalectra.

Piden un nuevo convenio justo y digno que afecta a unas 3.700 empresas y unos 30.000 trabajadores en la provincia de Pontevedra. El último conflicto del metal tuvo lugar hace 14 años. Los tres sindicatos rechazan rotundamente la subida salarial planteada por las patronales (un 0,5% de incremento para este año y un 2% para el año que viene y para 2025. Tampoco está prevista una cláusula de revisión para mantener el poder adquisitivo de las plantillas con la inflación actualmente por las nubes.