La Feria del Libro de Vigo cierra con "cifras de ventas ligeramente superiores a años anteriores" pese a la polémica de su ubicación

La Feria del Libro de Vigo celebrada entre el 23 y el 29 de junio no ha estado exenta de polémica. El cambio de ubicación desde la ya consagrada Alameda en la Plaza de Compostela al Calvario, junto al Mercado, no fue bien recibida ni por libreros, ni por clientes, desde un inicio, pero lo que convirtió esta nueva ubicación en un foco de comentarios negativos fue la posición de los puestos: ubicados de cara a la pared en vez de mirando a la calle central. Diferentes autores, como Ledicia Costas, libreros y clientes mostraron su malestar por ello y reclamaron que el espacio ofrecido era mínimo y que casi no se podía pasear por él. Además, el número de puestos se vio disminuido con respecto a otros años, apenas llegaba a la docena.

Desde la Federación de Librerías de Galicia no han hecho declaraciones hasta que la feria no hubiese terminado por completo y ellos pudieran tener unas cifras en las que basarse para poder hacer la comparativa con otros años y valorarla de manera correcta. Y los resultados han sorprendido. Según un comunicado que han emitido, el número de visitantes y las cifras de ventas conseguidas son "ligeramente superiores a las de años anteriores", pero estas siguen siendo "más bajas de lo deseable para la feria del libro del concello más grande de Galicia".

En el comunicado destacan también que el Concello de Vigo es el concello del área (que enmarca Redondela, Ponteareas, Porriño y Vigo) que "menos aportación económica aporta a la organización de su feria" y que fue el propio concello el que propuso la nueva ubicación para enmarcar la feria del libro dentro de la Fiesta de la Alegría que se celebraba esos días en la zona. También dicen ser conscientes de las críticas que suscitó este cambio de ubicación, pero que "la Feria del Libro de Vigo combió de entorno tres veces en la última década", teniendo todas la ubicaciones "críticas y aplausos, pros y contras".

Así, la Federación de Librerías de Galicia, dice que seguirá trabajando en la búsqueda de una ubicación y propuesta adecuada y piden que los debates políticos "no alejen el foco mediático de lo verdaderamente importante: las jornadas de convivencia entre autores y lectores".