No hace falta ser Tamara Falcó para hipotecarte con una boda
Los novios buscan escenarios instagrameables y gastan más en la barra libre, glitter y disfraces para sus invitados
Cada vez nos casamos más, pese a ser más caro
De una boda sale otra. Y así sucesivamente, por eso es un negocio que nunca se acaba. Con la celebración de la popularmente acuñada boda del año, el compromiso entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva, los números de estos eventos han saltado a la palestra. ¿Cuánto cuesta celebrar el amor en nuestro país?
Lo cierto es que las opciones son múltiples y variables, pero barato no suele ser. Desde 'Perfect Day', la empresa lucense de organización de bodas, Alicia nos dice "que a día de hoy, una boda de unos 150 invitados, rondará los 50 o 60 mil euros". No hay que irse a grandes lujos como los de Falcó y Onieva, con un cubierto de 400 euros, noche en el Ritz o cócteles de Zacapa 23, para hipotecarte por un día de juerga.
Alicia nos cuenta que hay quien busca bodas "íntimas", pero son las menos. Al final, el ser humano se diferencia del resto de animales del planeta por pensar y tomar cañas. Y las cañas hacen que el circulo social, cada vez crezca más. Limitar el número de invitados es uno de los grandes problemas a los que las parejas se enfrentan. Hacer las mesas y ajustar presupuesto viene después.
A Tamara Falcó la boda le ha tenido que salir gratis, si no ha ganado dinero, ya que al millón de euros que le ha pagado la revista 'Hola' por la exclusiva hay que sumar los cerca de 800.000 euros que se ha ahorrado en patrocinios. El Rincón, el palacete donde ha celebrado el convite, es de su propiedad, así que eso de alquilar el lugar de la cena tampoco es que le haya salido precisamente caro, pero para el resto de mortales todo suma.
La experta en organización de ceremonias lo dice: "Encontrar el restaurante y elegir el menú son clave para hacer una estimación de gasto. Ahora mismo no hay muchos menús por menos de 150 o 200 euros", señala.
Al banquete hemos de sumarle la decoración "que cada vez se mima más. Buscan un estilo, normalmente bucólico, las flores, las telas... todo está muy medido". Los vestidos de novia tampoco son moco de pavo, desde 800 a hasta los 4.000 euros, y los trajes, para ellos, cada vez están más disparados.
Desde la empresa 'Perfect Day' nos cuentan que también hay quien elige bodas más estrambóticas o peculiares. "Familias que deciden casarse, por ejemplo, en el Caribe. Hacen una boda mucho más limitada en cuanto al número de invitados, pero sin duda menos comunes", detalla.
El postureo
Vivir en la era de las redes sociales hace que paguemos el peaje del postureo también en los enlaces. La Wedding Planner lucense asegura que una de las cosas que más preocupa a los protagonistas del enlace son las fotos. "Ya vienen muchos con las ideas de decoración y fotos sacadas de Apps como Pinterest, lo que hace que nuestros catálogos pierdan peso porque viene con su boda ya en la cabeza", dice.
Los gastos se disparan porque ahora caemos en detalles, adornos y servicios que antes no. "Los puestos de glitter, que te pinten la cara con purpurina, máscaras para los invitados, globos con luces, fotomatones, cámaras 360º o fuegos artificiales ... todo esto queda muy bonito, pero se paga".
El diseño de las invitaciones, neones o guirnaldas, las bodas cada vez son menos celebraciones del amor y más fiesta para la familia y los amigos. "Lo que más rabia me da es que los novios no se sientan realmente los protagonistas de los enlaces, muchas veces sufren más por los invitados que por ellos. Se preocupan más de que estén cómodos, de sorprender con música en directo o de acertar en el reparto de las mesas que en disfrutar de su día. Yo recomendaría ser un poco más egoístas en ese aspecto y no pensar tanto en los demás porque la boda es de ellos no del resto".
Sara Meijide
Redactora de Radio Lugo