Un punto de fe al ritmo de Aspas
Mingueza consiguió empatar el partido en el 92
Vigo
Minuto 93. El Celta atacaba insistentemente la portería de Álex Remiro ante las dudas de una Real Sociedad que defendía su 1-0. Y llega el gol del empate en una jugada en la que Aspas vuelve a hacer de las suyas. Esto vale tanto para el año pasado como para este. La diferencia es que en aquel minuto 93 fue Le Normand el que metió el balón en su portería tras el centro de Aspas y, en esta ocasión, fue Mingueza el que aprovechó un rechazo en el área pequeña. Un puntazo de un Celta que empezó con dudas en defensa y con zarpazos en ataque. Las dudas de los centros laterales que costaron un casi gol de Carlos Fernández y un par de situaciones de peligro. Los zarpazos los pegaron Larsen y Bamba en dos contras relámpago y Hugo Sotelo con un remate al palo. En el minuto 22 un error grosero de marca en el segundo palo acaba convirtiendo un centro templado de Kubo en una asistencia a Barrenetxea. Se despista en la marca Mingueza y marca el canterano de la Real de cabeza. A partir de ese error y de encajar el gol, el Celta dudó y los de Imanol controlaban el partido con comodidad. Tuvo Brais el 2-0 en el añadido con un disparo desde la frontal que se fue al palo.
Tenía que corregir muchas cosas Benítez y lo hizo al descanso. Leyó muy bien el partido y cambió a un sistema de 5 defensas dando entrada a Aidoo por Hugo Sotelo. El Celta mejoró y ganó en contundencia aérea a balón parado tanto en ataque como en defensa. Consiguió que Iván Villar tuviese menos problemas con Aidoo, Starfelt y Unai en el centro de la defensa. El equipo mejoró sus prestaciones en defensa, pero necesitaba también poder atacar más al rival. Y ahí apareció el hombre que cumplió la semana pasada 36 años. Hablaba Benítez este viernes de la edad biológica de Iago Aspas. Pero el de Moaña está intentando convencernos a todos que mejora con los años como el buen vino. Segunda jornada de Liga y con 31 grados de temperatura empieza a ofrecerse para ejercer de quarterback del equipo. El Celta lo buscaba a él y Aspas movía el ataque. De sus botas salieron las mejores acciones que acabaron con un mano a mano de Bamba que para Remiro, una cabalgada con centro cerrado que casi acaba en autogol de Sola, una falta directa que obliga a un paradón a Remiro o una asistencia a Mingueza que para Remiro. Era ver a Aspas en el campo y entender que algo podía pasar. La Real Sociedad se conformó con defender el 1-0 e intentar matar al Celta a la contra. Pero los de Benítez lo impidieron. Los últimos minutos de partido fueron un monólogo celeste movido por el Tom Brady de Moaña y por la velocidad de Bamba. Álex Remiro se convirtió en un muro que parecía infranqueable y así llegaron las tres jugadas seguidas en las que Mingueza y Starfelt ponen a prueba los reflejos de Remiro. A la tercera fue la vencida. Aspas baja el balón en el segundo palo, congela el tiempo, piensa y se la da de cara a Aidoo. El central recorta y dispara sin demasiada fe. El balón queda muerto en el área pequeña y Mingueza si atacó con hambre el balón y se lanzó a por ese rechazo consiguiendo el gol del empate. Puntazo del Celta al ritmo de un Iago Aspas que todavía nos dejó una carrera en el 94 para darle salida al equipo por la banda izquierda. No pasan los años por él. O sí. Pero sigue siendo necesario poner en Afouteza el vídeo de Aspas a los canteranos que vienen. Un punto que hace sonreír a Benítez y al celtismo. Se empató en la casa de un rival que jugará Champions League. Ahora le toca a la directiva fichar los jugadores que tiene que traer para apuntalar una plantilla con carencias. Gabri Veiga fue de turismo a Donosti. No es mal sitio para despedirse antes de ir a Napoli.