Todo lo que necesitas para protegerte de una tormenta eléctrica
El tomentoso pasado fin de semana nos dejó imágenes impactantes, como el rayo que alcanzó la Torre de Hércules y que provocó que el faro estuviese sin funcionar durante un tiempo
Coruña Científica, con Bibiana García
09:18
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1694503146568/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
A Coruña
El tomentoso pasado fin de semana nos dejó imágenes impactantes, como el rayo que alcanzó la Torre de Hércules y que provocó que el faro estuviese sin funcionar durante un tiempo. Según MeteoGalicia cayeron miles de rayos en toda la comunidad, de los que estamos protegidos gracias a los pararrayos. Hablamos de su función en Coruña Científica, con Bibiana García, responsable de la Casa de las Ciencias de A Coruña.
¿Qué tipos de rayos existen?
Antes de intentar entender cómo funcionan lo pararrayos vamos a aprender algo más sobre los rayos, que son descargas eléctricas que suelen ir acompañadas de luz visible, a la que llamamos relámpago, y de sonido, a lo que llamamos trueno. Normalmente los rayos se producen cuando hay en el cielo un tipo concreto de nubes, los cumulonimbus. Estas nubes suelen tener desarrollos verticales muy grandes, de kilómetros, con forma de yunque. Hay distintos tipos de rayos, los más conocidos, pero los menos habituales, son los que van desde las nubes hasta tierra, que son los que pueden provocarnos daños, pero los hay también de nube a nube, que pueden ser dentro de la misma nube o ir de una nube a otra. Obviamente el que cayó sobre la Torre de Hércules fue un rayo nube-tierra.
¿Qué alcance puede llegar a tener un rayo?
Todavía no sabemos con exactitud qué provoca el comienzo de un rayo, sobre lo que se sigue investigando, pero sí conocemos que sobre todo se producen cuando aire caliente se mezcla con masas de aire frío. También sabemos que suelen tener un kilómetro y medio de longitud, aunque el récord dentro de los rayos registrados superó los 750 km en 2020, en los Estados Unidos.
Son un fenómeno atmosférico que impresiona mucho y puede hacer mucho daño, ya que pueden alcanzar una intensidad de corriente eléctrica alrededor de 150.000 amperios, pensemos que una casa suele tener de 10 a 15 amperio… Así que el desarrollo del pararrayos que realizó Benjamin Franklin en el siglo XVIII fue un importante avance para protegernos de las tormentas eléctricas. Inspirado al ver como un rayo alcanzaba una cometa empezó a pensar si podría diseñar algo que los atrayese y desviara. De este modo diseñó una varilla de hierro puntiaguda, que colocó en un lugar elevado y a la intemperie, que estaba conectada al suelo por un cable grueso de hierro que se hundía en la tierra. Esto le permitió interceptar rayos y pasarlos de forma segura hasta tierra, donde se anulan. Con el tiempo, esa idea de toma de tierra se llevó a otros lugares, y hoy en día los enchufes de nuestras casas tienen una toma a tierra que nos mantiene protegidos de fugas de electricidad.
¿Y qué hacen exactamente los pararrayos?
Cuando se produce una subida de tensión, como la que provoca un rayo, ese exceso recorre un cable conductor hasta tierra, donde, como decíamos, queda anulada. Esa electricidad hace ese recorrido porque ese sistema tiene más conductividad que el resto y le resulta más fácil atravesarlo. Para imaginarnos mejor esto, podemos pensar que la electricidad se comparta como un cauce de agua. Si a ese cauce le damos la opción de pasar por una tubería muy estrecha u otra más ancha, la mayor parte se irá por la ancha, por donde puede le resulta más sencillo discurrir. Un pararrayos le ofrece el camino más cómodo a la electricidad para discurrir respecto a otros, así que es el que elige.
En la Torre de Hércules hay un pararrayos. Según el Código Técnico de la Edificación, todos los edificios de más de unos 40 metros de alto deben tener instalado un pararrayos, y muchos edificios públicos también los tienen para proteger a la ciudadanía.
¿Cómo protegernos ante una tormenta eléctrica?
También hemos oído que en caso de tormenta eléctrica podemos protegernos en un coche, que no se parece mucho a un pararrayos…
En ese caso, un coche actúa como lo que se conoce por jaula de Faraday, y conduce la electricidad por le parte metálica exterior del coche y nos mantiene protegidos en el interior. Aunque es algo más complejo, podemos decir que en este caso la electricidad vuelve a escoger el camino más fácil, que es la estructura metálica del coche, y se anula de una forma más compleja que a través de una toma a tierra, pero también se anula. Lo mismo que en el coche sucede en un avión, un tren... El experimento más espectacular de este efecto es colocar a una persona dentro de una jaula de Faraday electrificada y pedirle que la toque por dentro para comprobar que no le pasa nada.
Pues de momento la previsión del tiempo es que el próximo fin de semana vuelvan los rayos, así que ahora ya sabemos cómo estaremos protegidos por los pararrayos distribuidos por la ciudad y también dónde es seguro resguardarse en caso de que nos pille fuera de casa. Ya lo del experimento de la jaula… se lo dejamos a los científicos.