Iván Prado, sobre la guerra en Oriente Próximo: “No parará hasta que la masacre sobre el pueblo de Gaza sea tan exagerada que el mundo tenga finalmente que intervenir”

En los últimos días un millón de civiles se han desplazado desde el norte de la Franja de Gaza en un éxodo que recuerda a la catástrofe de 1948. El conflicto entre Hamás e Israel ha agitado de nuevo el ya convulso panorama en Oriente Próximo. La aviación israelí ha seguido con sus ataques en la Franja mientras el ejército insiste en exigir la salida de toda la población civil del norte del enclave, y la amenaza de la escalada bélica es cada día más patente en toda la región.

Un lucense conoce bien las miserias de la vida cotidiana en Palestina. Iván Prado es toda una referencia internacional del circo solidario. Ha pasado muchos años ejerciendo de actor, formador de actores, payaso y fundador de Payasos en Rebeldía, una asociación cultural y de cooperación internacional que utiliza el clown y las artes circenses como antídoto frente a las desigualdades e injusticias. Su labor ha sido siempre inseparable de la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo donde la barbarie y las bombas amenazan a los más débiles, ya sea en el Sahara, en las Comunidades Indígenas de América o en Palestina, donde ha acudido en numerosas ocasiones. Ya en 2003 actuaba a escasos metros de las bombas en Gaza, durante la Segunda Intifada, y en 2009 organizó sobre el terreno la primera caravana de Payasos en Rebeldía tras la ofensiva del ejército israelita contra el pueblo palestino en la llamada Operación Plomo Fundido.

En estos días en que se intensifica la escalada de violencia entre Israel y Hamás, Iván sigue desde la distancia lo que ocurre y se muestra consternado por los efectos que tiene en la población. “Estamos asistiendo a un genocicido televisado y blanqueado que cuenta con el beneplácito de la mayor parte de los estados occidentales” lamenta, y recuerda que Gaza vive aislada desde hace 16 años, rodeada por un muro, y sometida a un férreo bloqueo. Ni siquiera su salida al mar está libre del control israelí. Al frente del Gobierno está Hamás, un partido político islamista, armado, y con vinculación con otros partidos islámicos armados y clasificado por varios países como una organización terrorista. El encierro a Hamás en Gaza estos años ha llevado consigo el encierro de toda la población civil palestina, que ha acabado siendo rehén de Hamás. Así, cree Iván Prado que sobre el terreno la población está doblemente represalidada: “si ya por el mero hecho de ser palestinos están sometidos al gobierno israelí, al no poder salir de Gaza son también rehenes del grupo islamista que les gobierna”

Hay algo que este lucense tiene claro: “La gente más alegre del mundo vive en lugares en los que no saben si mañana estarán vivos”. A esos lugares acude Iván Prado insitentemente, cargado con toda su artillería: la risa como antídoto frente a la barbarie. Seguro que en Gaza, la prisión al aire libre más grande del mundo como la denominan los gazatíes, se echa mucho en falta estos días su nariz de payaso.