La Policía Científica concluye que el incendio de Alfonso X en Vigo se originó de forma fortuita en el cuadro eléctrico del portal
En el incendio, en el que fallecieron una madre y tres de sus hijos, no se emplearon aceleradores de ninguna clase
EFE / Salvador Sas / Salvador Sas (EFE)
La Policía Científica descarta definitivamente la hipótesis de que el incendio que se produjo el pasado 11 de octubre en Vigo y que acabó con la vida de una madre y tres de sus hijos, dejando nueve heridos de gravedad, fuese provocado. En las primeras conclusiones recogidas en su informe, se indica que el fuego se originó de manera fortuita en el cuadro de luces del portal del inmueble.
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De esta forma, la Policía Científica, que se hizo cargo de la investigación, mantiene que no existieron aceleradores de ningún tipo y que el fuego se produjo de manera fortuita. El informe, pendiente aún de ser enviado al juzgado de Instrucción número 1 de Vigo, que es el que lleva el caso, confirma las primeras impresiones de la Policía y descarta las acusaciones que se vertieron sobre un antiguo vecino por parte de algunos moradores de este edificio, que se encontraba habitado de forma irregular en el momento del incendio.
La Policía, de hecho, investigó a este antiguo vecino pero descartó su autoría al geolocalizar su teléfono móvil y comprobar que se encontraba fuera de la ciudad en el momento en que se produjo el suceso.
Que el fuego se iniciase en el cuadro de luces del portal del edificio era una posibilidad cierta, tal y como habían advertido los Bomberos de Vigo en al menos uno de los informes que remitieron al concello tras intervenir en diferentes ocasiones en este inmueble, sobre el que advirtieron en numerosas ocasiones que se encontraba en malas condiciones.
Al igual que los Bomberos, personal de ambulancias, que también actuó en el edificio en diferentes ocasiones, recuerda que por el tiro de la escalera bajaban de cualquier manera multitud de cables, algunos pelados, que se conectaban ilegalmente a la corriente eléctrica.
El portal del edificio, ahora precintado por la Policía mediante un tabique y una puerta metálica, servía de aparcamiento antes del incendio para una moto y bicicletas, y de trastero para la acumulación de enseres por parte de los vecinos.
Cuando el fuego se desató, todo este material sirvió de combustible para avivar las llamas causantes de una tragedia que continúa generando reacciones entre los colectivos sociales y la oposición política de la ciudad.
