La Xunta aprueba su ley de igualdad con fuertes críticas de la oposición

Santiago de Compostela

Galicia ya cuenta con una nueva ley de Igualdad gracias a la mayoría absoluta con la que cuenta el Partido Popular en el Parlamento. Los conservadores votaron a favor de este texto mientras que la oposición, muy crítica, se abstuvo. Ven una declaración de intenciones pero que no implican avances reales en los avances de los derechos de las mujeres.

La nueva ley gallega de Igualdad actualiza la anterior, que tenía más de 20 años. Los conservadores entienden que es una norma pionera y destacan que es fruto del diálogo con la sociedad. La diputada Paula Prado aprovechó para cargar contra el Gobierno central por la ley del sólo sí es sí.

Para los partidos de la oposición es una oportunidad perdida. Tanto Noa Presas (Bloque Nacionalista Galego) como Noa Díaz (PSdeG) la nueva ley supone un retroceso porque no avanza en la conservación de los derechos de las mujeres.

La ven como una simple declaración de intenciones, una ley conformista que busca no molestar a la ultraderecha con la que el PP pacta en otras comunidades y que "rearma el machismo".

La conselleira de Igualdade, Elena Rivo, defendió los beneficios de este nuevo texto.

El acoso y las nuevas tecnologías, presentes en la ley

Una de las novedades más destacadas de este nuevo texto es la lucha contra el acoso que sufren las mujeres a través de las redes sociales y haciendo uso de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial. De este modo la Xunta podrá personarse como acusación en cualquier proceso judicial que esté relacionado con la difusión de contenidos sexistas por internet.

También pone el foco en las mujeres que son discriminadas por su raza, etnia o condición sexual, pero no contempla medidas concretas de discriminación positiva.

Otro de los ámbitos, el laboral, con especial incidencia en sectores como los cuidados o el servicio de ayuda en el hogar, que siguen estando feminizados y muy precarizados. También se habla de la implementación de salas de reposo o e lactancia en los centros de trabajo públicos.