El Celta se acostumbra a no ganar
Los de Rafa Benítez empatan ante un Cádiz con diez desde la primera parte
Vigo
El Celta no sonríe. Decía Benítez que no era un partido decisivo y que no era una final. Y eso se notó en el campo; en la puesta en escena. Un equipo que intentaba jugar gustándose y un Cádiz ordenado, agresivo, duro y esperando su oportunidad. Ese oficio que le falta al Celta y que le sobra a los amarillos. Cris Ramos aprovechó la única oportunidad del Cádiz para poner a su equipo por delante en Balaídos. Manu Sánchez concede un centro a Iván Alejo y Ramos le gana la espalda a los centrales para marcar de cabeza. Una más. El día de la marmota que se repite una y otra vez. 0-1 e incendio en la sala de máquinas. Antes Larsen había fallado un par de ocasiones demostrando que la puntería no está afinada.
La expulsión de Víctor Chust por agarrón a Aspas cuando se iba solo abrió la posibilidad al Celta para intentar empatar y después remontar el partido. Pero los celestes no pudieron. Un par de disparos de Aspas y Mingueza resuelto por David Gil sin problemas. Al descanso Benítez no movió ficha y esperaba resolverlo con los mismos que salieron. Y tardó mucho el equipo en reaccionar y empatar en una buena asistencia de Manu Sánchez que remachó Larsen en boca de gol. El Celta tenía tiempo por delante para intentar la remontada pero pocas ideas para poder llevarla a cabo. Solo un remate de Bamba de cabeza que paró David Gil y poco más. El Cádiz tiró de oficio para dormir el partido y el Celta volvió a demostrar candidez, falta de oficio y una actitud de exceso de confianza. Pensando en que la remontada se iba a poder conseguir en cualquier momento.
El expediente X de este partido lo encontramos nuevamente en Douvikas: pagas 12 millones de euros por el máximo goleador de la Eredivisie para sacarlo en el 92 en un partido en el que el rival está con diez más de una hora. El club tiene muchos frentes abiertos y tendrá que gestionarlo.
El Celta lleva 9 puntos en diciembre y solamente le ha ganado al Almería de milagro en el 87. Se ha acostumbrado Benítez a las justificaciones de todo tipo pero a no ganar. El Celta no sabe ganar y eso es preocupante. La dinámica es tan negativa que, o cambia pronto, o se te puede poner cara de Elche o Levante en enero-febrero.