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La realidad tras las cifras de las listas de espera: ocho meses esperando por una prótesis de cadera

Francisco José Pérez nos cuenta su historia desde un diagnóstico equivocado hace más de un año hasta rechazar en dos ocasiones ser intervenido en la sanidad privada

La realidad tras las cifras de las listas de espera: ocho meses esperando por una prótesis de cadera

La realidad tras las cifras de las listas de espera: ocho meses esperando por una prótesis de cadera

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Lugo

Los datos de las listas de espera reflejan que para acceder a una cirugía en la provincia hay que esperar de media 48 días. Las cifras radiografían la situación a la que se enfrentan los nombres propios que forman parte de ellas, pero solo en parte. No son un reflejo completamente fiel de la realidad, que demuestra que los procesos pueden alargarse mucho más.

A ese mes y medio hay que sumarle las esperas por las pruebas necesarias para pasar por quirófano, y antes de eso lo que tardan en darte cita para un especialista o los retrasos que puedan acumularse hasta el diagnóstico. La realidad de las listas de espera en la sanidad pública se ve mejor representada en las historias personales, como la de Francisco José Pérez, que visita los micrófonos del Hoy por hoy Lugo.

Desde el 17 de abril forma parte de esas listas, esperando por una prótesis de cadera. Pero ya lleva más de un año de baja después de que el 14 de noviembre del año pasado le diagnosticasen lumbociática izquierda. Después de eso aún tuvo que esperar por más pruebas que tardaron un mes, y que no arrojaron resultados concluyentes.

Como el dolor cada vez era mayor y se vio obligado a usar muletas recurrió a un quiropráctico y a un fisioterapeuta, y solicitar otras pruebas en la privada "pagados de mi bolsillo, claro". Fue el propio Sergas quien, tras aportar ese nuevo diagnóstico, le ofreció operarse por la sanidad privada en dos ocasiones. Dos veces lo rechazó, a pesar de estar seguro de que esto retrasará aún más la intervención que necesita.

"Trabajo en en Instituto Nacional de Seguridad Social, aquí en Lugo, así que por puro convencimiento y creencia en la sanidad pública, tras informarme convenientemente, resolví esperar a que me llamasen del HULA", explica, "puesto que todos los médicos coinciden en la calidad de las prótesis que se colocan allí y los medios superan ampliamente a los de los centros privados".

Se alegra de ser un trabajador del sistema público, porque se imagina que las personas empleadas en el ámbito privado y en una situación como la suya recibirán, encima, muchas presiones tras un año de baja.

"Comprendo que hay pacientes con enfermedades terminales y operaciones más urgentes", señala Francisco José, "pero no llego a entender como pueden tenerte con un primer diagnóstico obviamente equivocado durante 5 meses, sin que te vea un traumatólogo, y tras aportar radiografías y diagnósticos privados llevar casi 7 meses para una operación no demasiado complicada, teóricamente".

Implicaciones más allá de la salud

El médico de familia Lorenzo Armenteros, tras escuchar la historia de este paciente, destaca que las implicaciones de estas esperas no son solamente las relacionadas con la salud, sino que también influyen en el ámbito social, laboral y familias. Armenteros apunta que "el problema supera el ámbito clínico, el dolor es muy invalidante y la incertidumbre de estar pendiente de ser atendido también".

Recuerda que antes de la intervención hay que aguardar también por las pruebas diagnósticas previas, necesarias para poder ser operado y que tienen sus propias listas de espera. Cree que es necesario avanzar hacia "una medicina más resolutiva, en la que se puedan hacer todas las pruebas en pocos días".

Señala además que tenemos ejemplos de como una buena gestión puede evitar situaciones como la de este paciente aquí en Lugo. Pone en valor el modelo de la Unidad de Mama del HULA, que en 48 horas puede realizar las pruebas pertinentes, y en pocos días programar la intervención. "Miremos hacia esos niveles de gestión que rozan una capacidad muy alta", propone el médico, "y vayamos hacia ellos, dentro de lo posible, para que esas listas de espera interminables no existan".

 
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