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Douvikas y la filosofía del gol

El griego suma siete goles y dos asistencias en menos de 700 minutos de juego

AMOREBIETA-ETXANO (VIZCAYA), 07/01/2024.- Anastasios Douvikas (i) delantero del Celta de Vigo anota un gol durante el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey que disputan Amorebieta y Celta de Vigo este domingo en el Campo Municipal de Urritxe (Amorebieta). EFE/ Luis Tejido / Luis Tejido (EFE)

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Anastasios Douvikas tiene 24 años pero define como si tuviera 34 y llevase toda la vida como killer. Es un asesino silencioso que necesita muy poco para ser letal. Es intuitivo, inteligente en los movimientos, casi siempre se fabrica el espacio y no rehúye el cuerpo a cuerpo con los defensas rivales. Ha aprovechado los pocos minutos de los que ha dispuesto en Liga y, sobre todo, ha sabido reivindicarse en las primeras eliminatorias de la Copa del Rey. En esos partidos y esos campos en los que es difícil motivarse e incluso poder desplegar su mejor fútbol. Ni Las Llanas ni Urritxe son los mejores escenarios pero, en esos dos choques hemos visto una versión del killer ateniense.

El máximo goleador del Celta era Jorgen Strand Larsen con 7 goles marcados. Desde este domingo, Tasos comparte honores como máximo anotador del equipo: lleva 7 goles y 2 asistencias. Las diferencias parten en que Larsen anotó los 7 goles en Liga, porque en Copa apenas disputó 1 minuto de juego. El ratio del noruego es de 1 gol cada 216 minutos, anotando los 7 en 1514 minutos de juego. Douvikas anotó esos 7 goles y dio otros dos en 658 minutos (390 en Liga y 268 de Copa). Esto hace que el ratio del griego sea de un gol cada 94 minutos, es decir, a gol por partido. Si nos ceñimos a la Copa del Rey en la que lleva 4 goles, su ratio es de un gol cada 67 minutos.

El griego marcó al Amorebieta 2 goles y dio una asistencia. Ya le había marcado dos goles al Sestao que fueron clave para que los de Rafa Benítez pasasen de ronda. Contra el Turégano no estuvo fino de cara al gol pero si pudo dar una asistencia. En la Liga le marcó un extraordinario gol a Ter Stegen en el mano a mano, marcó en Las Palmas y también en Villarreal en un remate acrobático de puro instinto.

Y eso que no está teniendo demasiada confianza de Benítez. En varios partidos lo ha sacado casi sobre la bocina teniendo que conformarse con jugar el último aliento de partido y el añadido. Contra Almería, Athletic, Cádiz y Betis salió en el 89 de partido; contra el Geta salió a 4 para el minuto 90 y, contra el Sevilla, el cambio se produjo a falta de 9. Después hubo otros cinco partidos en los que jugó más de un cuarto de hora pero menos que media: Mallorca (23´), Barcelona (24´), Alavés (27´), Atlético (29´), Valencia (22´) y Granada (18´). Solamente fue titular en dos partidos de Liga ante la ausencia de Iago Aspas: Las Palmas (69 minutos) y Villarreal (90 minutos)

Llegó tarde y eso le pasó factura ante un Strand Larsen que estaba dando su mejor versión con 12 meses más de maduración en barrica celeste. La mejora de los números del sueco hicieron complicada que Douvikas tuviera más minutos. Pero, con el paso de las jornadas, resulta bastante poco entendible que tenga minutos residuales en Liga cuando está aprovechando sus oportunidades en Copa del Rey y rentabilizando también sus pocos minutos de Liga. Con 7 goles y 2 asistencias su tarjeta de presentación para su temporada del debut con el Celta en La Liga ya dejan ver las características del goleador ateniense que le llevaron a ser máximo goleador de la Eredivisie. Douvikas es un delantero de un toque, de pocas florituras y de tener la portería entre ceja y ceja. Sin hacer mucho ruido ya está arriba en la clasificación de goleadores celestes.