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La Real Sociedad impone la lógica

El Celta mejoró su imagen respecto a la Liga, pero le faltó generar oportunidades ante un rival superior

GRAF077. VIGO (ESPAÑA), 23/01/2024.- El jugador del Celta de Vigo Carlos Domínguez (i) pugna por un balón con el jugador del Real Sociedad Merino durante el partido de cuartos de final de la Copa del Rey que Celta de Vigo y Real Sociedad disputan este martes en Balaídos, Vigo (Galicia). EFE/ Salvador Sas / Salvador Sas (EFE)

Vigo

La historia se volvió a repetir tres días después y la Real Sociedad se llevó el triunfo (1-2) y el pase a semifinales de Copa del Rey. A pesar de la ilusión que se percibía en Balaídos y los cinco canteranos en el once, la eliminatoria ya empezó torcida desde el inicio para el Celta. Mikel Merino le gana un duelo a Tapia en el área, que pidió falta, y su centro al área pequeña lo cabeceó a puerta vacía Oyarzábal al fondo de la red. La actuación arbitral fue muy protestada y con una doble vara de medir a la hora de señalar las faltas.

Pese a tener más agresividad e intensidad, el equipo vigués se veía inferior ante la calidad y la contundencia de los jugadores donostiarras. Al final del primer tiempo, André Silva envío alto un balón regalado en el área pequeña tras una acción balón parado. Como el plan A no funcionaba, Benítez dio entrada al descanso a Luca por Miguel, pero apenas hubo mejoría y el primer tiro celeste entre palos llegó en una falta lejana de Ristic en el minuto 55. Diez más tarde, el técnico madrileño ya apostó por Iago Aspas y Mingueza, aunque un minuto después llegó el mazazo definitivo: recuperación de balón del cuadro 'txuri-urdin' y Brais Méndez le pone un balón perfecto a Becker que se plantó solo ante Iván Villar y le bate con un disparo lejano.

Con 0-2, Renato Tapia pidió el cambio por un golpe en la cadera y, por primera vez esta temporada, Benítez juntó a Larsen con Douvikas y Aspas. A base de insistir con más corazón que cabeza, la esperanza regresó en el descuento. Una combinación dentro del área entre el noruego y el capitán termina con un despeje de un zaguero realista que Luca de la Torre lo convierte en un remate cruzado que supera a Remiro y acaba en la red. En los instantes finales poco se puede hacer y la afición celeste se marchó a casa decepcionada y dejando el sueño de la Copa para otro año. A débeda continúa.