Ser docente: una tarea cada vez menos respaldada por las familias

Lugo

La vocación en las aulas va a menos y eso es porque ser docente se ha convertido, casi, en una profesión de riesgo. Según la ANPE, el Sindicato Independiente al servicio de los profesores, cada día son más las situaciones que desbordan y superan al profesorado. Desde la portavocía de Lugo, Julio Trashorras, describe una realidad preocupante: la comunidad docente se siente desprotegida y desdibujada.

La imagen del profesor ha ido cambiando con el paso de los años, desde "ser considerados una autoridad en algunos casos temida a lo que tenemos a día de hoy, una persona a la que en casa se contradice a ojos del alumno".

Para Trashorras es contraproducente lanzar al menor mensajes contradictorios al estudiante. "No podemos, como profesores, decir en el centro no se puede usar el móvil, no puedes gritar o tienes que respetar al resto de tus compañeros si luego, cuando llegan a casa, se les dice todo lo contrario", asegura. Este tipo de conductas van en detrimento de la autoridad del profesor en el aula y se juega un flaco favor al estudiante que "tiene que cumplir unas normas de convivencia y respeto como el resto de ciudadanos en el día a día".

Generación de cristal

El portavoz de la ANPE en Lugo también pone sobre la mesa la "generación de cristal" que se está construyendo: "Observamos que la sobreprotección de los padres a sus hijos no les hace ningún bien. Vemos a niños y niñas que no saben lo que es la frustración, que no tiene herramientas para afrontar un no por respuesta" y añade que "estos niños van a ser el futuro de la sociedad...¿Qué harán cuando el día de mañana su jefe les lleve la contraria o les diga que algo no está bien?".

Recurrir al escudo de los padres para resolverlo todo es algo que puede llegar a lastrar la madurez de los jóvenes para siempre. "Vemos que no tienen herramientas más que el abrigo de sus padres y madres para salir de un problema o situación que no pueden controlar", explica Trashorras.

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Para el portavoz lucense la administración tampoco está como debería, Largas esperas o trabas burocráticas dice que lo único que provoca es aumenta la falta de amparo profesional del docente ante situaciones laborables cuanto menos delicadas. La solución no es sencilla, este es solo el reflejo de una realidad social en la que las tecnologías y la falta de escucha y empatía campan a sus anchas sin medida. "Mientras no cambiemos el chip y veamos al profesor como un aliado con el que caminar, estaremos condenados a no avanzar", reflexiona