Santiago de Compostela

La situación económica de Galicia y, muy particularmente, el panorama industrial centraron el tercer debate sectorial en La Ventana de Galicia. Una tarde en la que Borja Verea (PPdeG), Ramón Fernández Alfonzo (BNG) y Julio Abalde (PSdeG) pusieron encima de la mesa sus propuestas para tratar de darle una solución a los trabajadores de Alcoa en San Cibrao, o el aprovechamiento de las energías renovables, con el desarrollo eólico o la apuesta por el hidrógeno verde

También debatieron sobre los grandes macroeconómicos de Galicia, con una contracción del PIB en el tercer trimestre del 2023, cuando creció un 1%, ocho décimas por debajo del estatal. Además, se contrajeron sectores como la industria y la construcción y una caída de las exportaciones y de la inversión.

La deuda aumentó de forma considerable desde que el PP llegó al Gobierno autonómico, pasando de los 3.954 millones que había en 2008, cuando representaban un 6,80% del PIB, a los 12.083 millones del tercer trimestre del año pasado (un 16,2%).

En cuanto al mercado laboral, tomando como referencia los datos de la EPA referentes al último trimestre de 2023, la tasa de paro se situó en el 9,16%, cumpliendo el objetivo de la Xunta de bajar de los dos dígitos. Eso sí, el paro juvenil sigue siendo uno de los grandes problemas (21%) y también el femenino (10,11%).

Tanto Ramón Fernández Alfonzo como Julio Abalde criticaron la destrucción de empleo en sectores productivos como el naval y abogaron por una reindustrialización de la comunidad, aprovechando la transición energética y la digitalización. Frente a esto, Borja Verea comentó que "Galicia funciona bien" y subrayó que el PIB per cápita gallego era el segundo del estado que más había crecido desde 2009, un ejemplo de que "las políticas del PP funcionan".

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Una aseveración que no compró Abalde, que apuntó que los jóvenes se iban de Galicia por la falta de oportunidades.

El futuro de Alcoa

El futuro de Alcoa y la amenaza que supone su cierre para la comarca de A Mariña y para toda la provincia de Lugo (representa un 30% del PIB) puso de relieve las diferencias entre partidos. El PP y el PSdeG se enzarzaron en una cuestión de responsabilidades, mientras que el Bloque trató de distanciarse de los dos partidos nacionales y de la gestión que han hecho ambas administraciones.

Preguntados por la intervención de la factoría, Borja Verea declaró que una Xunta gobernada por el PP apoyaría una intervención si la activase el Gobierno central, pero pese a la presión del nacionalista Fernández Alfonzo no fijó la postura de los conservadores. Más tibio fue Abalde, que se mojó sobre la posible intervención.

Todos coincidieron en que hay que exigir a Alcoa que aclare cuáles son sus planes y que cumpla sus compromisos para garantizar la viabilidad de la planta.