¿Por qué tienen tanta relevancia los murales de Urbano Lugrís?
Cuatro ofertas pujan por los murales. La más alta es una empresa vinculada con la galería Montenegro de Vigo.
El Puzzle: Los murales de Urbano Lugrís
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A Coruña
Llevamos tiempo ya hablando de la situación en la que se encuentran los murales de Urbano Lugrís del edificio de la calle Olmos gracias a la asociación O Mural, que puso en conocimiento de la ciudadanía su estado. Vamos a profundizar en el autor y esta obra en concreto montando todas las piezas en El Puzzle.
¿Quién fue Urbano Lugrís?
Urbano Lugrís González fue un artista, un pintor, que nació en A Coruña en 1908 y falleció en Vigo en 1973. En 1930 se trasladó a Madrid para participar en las Misiones Pedagógicas. En esa época llegó a conocer a Federico García Lorca o a Rafael Alberti. Regresó en los años 50, creó la revista Atlántida y explotó su faceta de muralista. Pero también pintó lienzos en tabla de pequeño y mediano formato. Una parte importante de su obra pertenece a la colección de arte de Abanca.
¿Qué relevancia tienen sus murales?
Los murales de Urbano Lugrís explotan algunas de las características más destacadas de su obra, como el mar, los sueños, la mitología. Pero además los murales de Urbano Lugrís son la expresión del arte en lugares más impropios, como restaurantes, mesones o bares. En los años 50, el artista atendía encargos de responsables de establecimientos de hostelería que le pagaban en especie, con comida y bebida. Son obras creadas para esas paredes en concreto, para estos lugares y no otros. Eso reforzó además la imagen de Lugrís como artista bohemio y anárquico.
¿Qué murales de Urbano Lugrís están en la calle Olmos?
El conjunto mural de la calle Olmos está compuesto por doce piezas que formaban parte del antiguo local de hostelería que ocupaba el bajo y el primero. Urbano Lugrís realizó estas pinturas para el Restaurante Fornos, que inició su actividad en el siglo XIX. Muestran estampas de La Marina, fondos del mar, barcos, veleros, anclas, galeones, panorámicas de la ciudad y elementos como la Torre de Hércules, la antigua Comandancia de Marina y el Castillo de San Antón. A pesar de su valor y de que diferentes entidades han reclamado su declaración como Bien de Interés Cultural, hasta el momento la Xunta no ha iniciado este expediente.
¿Qué pasa con estos edificios?
Son dos inmuebles de la calle Olmos que pertenecen a la empresa Alameda de Órdenes, una firma que está en concurso de acreedores por una deuda que no ha podido pagar y que se aproxima a los dos millones de euros. El proceso del concurso de acreedores busca compradores para los diferentes bienes de esta empresa, de forma que las entidades o personas a las que debe dinero puedan recuperar su dinero, o parte de él.
¿Qué ofertas hay por los murales?
El juzgado que lleva este concurso de acreedores ha cerrado el plazo para presentar ofertas y en total han sido cuatro. La primera, por 30.000 euros, es de Redondela Investments, que es la promotora interesada en la compra de los edificios. Hay una de un particular, por 36.000 euros, mientras que la empresa Prolar Arte ha ofrecido 40.100 euros. Es la más alta y procede de una firma vinculada con la Galería Montenegro de Vigo. Y la Xunta de Galicia, que ha ofrecido 35.000 euros. Son cantidades muy inferiores a los 250.000 euros en los que fueron valorados los murales por la administración concursal. Si fuesen Bien de Interés Cultural, a la Xunta le llegaría con igualar la mejor oferta para ser su propietario. Ahora, el administrador concursal tendrá que elevar un informe en el que también deberá posicionarse sobre el posible traslado.
¿Cuál es el plan de la Xunta?
La idea de la Xunta es comprar estos murales en este proceso de concurso de acreedores, trasladarlos, rehabilitarlos y que puedan ser visitados por el público en el Museo de Bellas Artes de A Coruña.
¿Cómo se puede trasladar un mural?
Existe un precedente, del año 2016. En aquel momento, Abanca se encargó de trasladar el mural que estaba en la cafetería Vecchio, en la calle Real. Es la obra Vista de A Coruña, 1669. En ese caso, el equipo contratado por Abanca usó una técnica que consiste en arrancar el mural con parte de su soporte físico. Es la manera lesiva para conservar unas obras que ya han sufrido mucho deterioro.
¿Qué dicen los colectivos que han reclamado la protección de los murales de Lugrís?
La asociación cultural O Mural y el colectivo In Nave Civitas entienden que la obra no debe moverse del lugar que ocupa, que debe restaurarse allí. Son murales creados para esas paredes. En su opinión, trasladarlos es mutilar la obra. Citan al Consejo Internacional de Monumentos que señala que las pinturas murales son parte integrante de edificios y estructuras. Y advierte de que los traslados son operaciones peligrosas, drásticas e irreversibles.