El golazo de Mingueza disipa la borrasca en Balaídos
Un gol del catalán en el 72 decide un choque muy espeso del Celta
VIgo
El Celta sufrió e hizo sufrir a su parroquia en un choque ante el colista que se decidió de un disparo lejano. Un certero chut de Mingueza en el 72 como si fuese un homenaje a otro culé como Ronald Koeman. Aprovechando perfectamente que los rivales le flotaron como en el basquet, pensando que no tiraría nunca de lejos, Mingueza sacó un latigazo abajo que, aprovechando la fuerte lluvia caída, realizó el balón un aquaplaning para meterse con efecto de dentro a fuera en la portería de Maximiano. Y esa imagen vale mucho en un partido en blanco y negro de dos equipos necesitados. Ni el Celta dominó y se volcó para someter al Almería, ni los de Garitano se parecieron algo al del otro día contra el Atlético o el equipo serio que estuvo a punto de asaltar Los Cármenes hace dos semanas. En un duelo entre el cuarto por abajo y el colista tampoco es que se esperase gran cosa. Pero sí algo más de fútbol o de criterio por parte de los de Rafa Benítez. En los primeros 45 minutos Bamba se puso el traje de Lebron James y pedía todos los balones en la banda izquierda para jugarse el uno para uno. Lo intentó aunque, en la toma de decisiones, poco se pareció al alero de los Lakers.
El Almería más tímido o más atenazado que en los últimos partidos, sabedor de que podría ser su última bala, no propuso tanto y no se prodigó demasiado en ataque. Eran dos boxeadores buscando puntuar en las cartulinas. En los primeros 45 minutos tuvo la más clara el equipo andaluz con un disparo de Bruno Langa que fue al palo y, su posterior rechazo, lo tiró por encima del larguero. Doble ocasión clarísima para el Almería. El Celta, a balón parado, marcó un gol anulado por fuera de juego y tuvo un remate de Douvikas de cabeza que paró Maximiano con una mano espectacular.
Y poco más de ambos equipos al descanso. En la segunda parte entre el Almería que no quería y el Celta que no podía se empezaba a convertir en un partido dramático. Impotencia, poco fútbol, muchos nervios, mucho pase seguro en horizontal y poca valentía para atacar. Así pasaban los minutos hasta que Bruno Langa hace una entrada peligrosa a Bamba que se iba solo y Sánchez Martínez lo expulsa. El Celta jugaría casi meda hora con un jugador más y lo aprovechó en ese derechazo de Mingueza que vale su peso en oro.
A partir de ahí, ante un Almería con nueve sanos y Leo Baptistao en el campo pero cojo, el Celta empezó a tener miedo a perder los tres puntos y mezclaba contras para sentenciar muy claras con tembleque de piernas. Al final los puntos se quedaron en Vigo y el celtismo respiró aliviado. 6 puntos de colchón y el goal average general con el Cádiz. Pillas en la clasificación a Mallorca y Sevilla y te pones a uno del Rayo. Ahora toda la presión para ellos. Es la quinta victoria de la temmporada. EL Celtismo disfruta al acabar el partido. Durante el mismo, no demasiado. Pero esto es fútbol, papá.