La Peregrina surcará el Atlántico en busca de La Deseada, una isla del Caribe
La Peregrina surcará el Atlántico en busca de La Deseada, una isla del Caribe
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La Peregrina surcará el Atlántico en las próximas horas en busca de La Deseada, una isla del Caribe a 3.000 millas de la canaria de La Gomera donde se dará por iniciado inicialmente mañana 12 de marzo el “Reto Astolabio”. Navegará a vela con la única propulsión del viento y el instrumento del siglo XVII para su orientación en el océano.
Sin embargo, la aventura comenzaba de alguna manera en A Illa de Arousa, puerto de partida del velero que hacía su primera escala en Canarias. Hasta allí, la travesía fue como cualquier otra y utilizando todos los medios que lleva a bordo.
Aquí, en La Gomera, es donde se ha sellado, en un cofre y ante notario, todos los aparatos modernos de navegación que tiene el barco, para manejarse hasta su destino solo con ayuda del astrolabio y por el método de la estima “sin saber la velocidad que llevamos en cada momento, cuántas millas hemos recorrido o cuántas nos faltan, no sabremos si hemos acertado o errado hasta que lleguemos”, nos dice el máximo responsable de la expedición.
Javier Babé es capitán de la Marina Mercante, trabajo que dejó poco después de comprarse un velero de 9 metros y dedicarse al mundo de la vela a finales de los años 70. Participó en la primera expedición española a la Antártida y cruzó el Atlántico a vela en 41 ocasiones “porque esto es como una droga que llevas metida en la sangre”, relata.
Él es el ideólogo de este reto que parte de su admiración por los marinos de antaño y la necesidad de probar su olfato marinero, “el que tienes cuando no cuentas con medios y debes de esforzarte, porque los barcos de ahora, con tanta tecnología, es lo más parecido a manejar un videojuego desde el sofá de tu casa “.
El astrolabio es un instrumento astronómico antiguo que realmente sirve para determinar la posición de los astros y con ello la latitud del barco en alta mar donde no tiene referencias costeras y mediante la altura del sol a mediodía, “y esto está sujeto a muchos factores que dificultan la previsión, que esté nublado, que se mueva mucho el barco, por lo que en muchos días no podremos fiarnos mucho de él”, explica Babé.
Al capitán le acompañan siete personas, entre otros una escritora, un arquitecto técnico, un médico, un camarógrafo que filma toda la aventura para el documental posterior que edita un empresario y productor que también forma parte de la tripulación en una historia que narra desde tierra el premio Nacional de Literatura y Premio Nadal Alfredo Conde. La Peregrina.
Es éste un velero de dos palos, 20 metros de eslora, construido en Argentina en 1984, “muy fiable, robusto, que navegó miles de millas, un veterano de la navegación de altura con el que crucé el charco 36 veces”, matiza su capitán.