Los peritos de la Guardia Civil concluyen que el vehículo del acusado por la muerte de Jéssica Méndez siguió una trayectoria controlada hasta el impacto
Declararon que fue un siniestro vial voluntario y con intervención controlada del conductor
Los agentes de Tráfico que declararon esta mañana en la cuarta jornada del juicio por la muerte de Jéssica Méndez en Barro concluyeron que fue un siniestro vial voluntario y con intervención controlada del conductor.
Uno de los agentes de Tráfico de la Guardia Civil que intervino en el momento del siniestro, declaró esta mañana que no había huella de frenada de emergencia, solo huellas de fricción del Seat Ibiza de Jessica al ser arrastrado tras el impacto. Sus cálculos establecen que el coche de Jéssica estaba a más de un metro de la línea lateral de la carretera N-550, o sea que no estaba dentro de la carretera nacional.
Este agente de Tráfico dijo que en el momento del siniestro habló con el acusado que estaba sentado en la ambulancia y no notó nada raro. El acusado le dijo que se le había metido delante el coche de la víctima.
También contó que el hermano de Jéssica Méndez, Ismael le dijo "esto miradlo bien porque seguro que lo hizo José Carlos”. Y este agente concluyó que no había indicios de que el siniestro fuera algo involuntario. Asimismo, también reveló que la prueba de drogas que le hizo al acusado ya en el hospital fue negativa y que el conductor del Seat Toledo, el acusado, no llevaba el cinturón porque se dio con la cabeza contra el parabrisas.
Otro de los agentes de Tráfico de la Guardia Civil dejó claro que el Seat Toledo del acusado no perdió el control hasta el impacto con el Ibiza. Siguió una trayectoria controlada por el conductor.
Una simulación minuciosa para la reconstrucción de los hechos
Los peritos que declararon esta mañana dieron a conocer a preguntas de la Fiscalía que utilizaron un acelerómetro para hacer la reconstrucción y que se hizo una prueba de frenado de emergencia, y que según la reconstrucción, el coche del acusado iba a 81 km/h cuando impactó.
Los peritos ofrecieron una hipótesis en la que el coche del acusado, el Seat Toledo estaría esperando en caminos secundarios cerca de la casa de la víctima y que llegaría al punto de impacto en 32 segundos ,según una simulación en que se hizo posteriormente en coche patrulla. Los peritos declararon que está demostrando con varias simulaciones que, si el coche del acusado no hubiera hecho nada, no hubieran chocado, hubiera seguido una línea recta. Su reconstrucción revela que es el Seat Toledo hace una maniobra a la derecha para impactar contra el coche de la víctima con un ángulo de 9 grados sin frenar.