El Obradoiro revive en un derbi memorable
Se impuso al Breogán por 83-72 dominando de principio a fin el encuentro y sale de posición de descenso.
Santiago de Compostela
El Monbus Obradoiro, liderado por Thomas Scrubb y Artem Pustovyi, sumó un triunfo vital ante el Río Breogán (83-72), con el que iguala en la tabla pero se asegura el “basket-average” particular, una inyección de moral para encarar las últimas ocho jornadas del curso para un equipo que tanto ansiaba y necesitaba romper la racha de derrotas que arrastraba a sus espaldas. Consiguió el equipo compostelano mandar y ganar el derbi al lado de su afición, que brindó un tremendo espectáculo antes, durante y después del duelo, animando y festejando con los suyos un triunfo para el recuerdo.
El derbi no es un partido más para los aficionados de ambos equipos. Este partido tiene vida propia. Ni influyen las dinámicas ni el estado de ánimo. El Río Breogán venía de firmar un triunfo de prestigio en el Palau Blaugrana, pero ni ese refuerzo anímico influyó en el rendimiento del equipo de Veljko Mrsic, demasiado espeso en ataque y fallón desde la línea de tres puntos en el primer acto (4/15 al descanso).
El Monbus Obradoiro se jugaba muchísimo en el duelo y eso causó el efecto deseado en los jugadores, enérgicos y combativos en cada jugada. Dominó el rebote hasta el descanso, con un enorme Thomas Scrubb, y en ataque se encomendó a los chipazos de Timma y Rigoberto Mendoza.
Dos triples consecutivos de Sergi García dieron la primera ventaja al Río Breogán, pero el Monbus Obradoiro, muy enchufado en defensa, reaccionó rápido con un parcial 9-2 que obligó a Mrsic a parar el choque (16-10). Su equipo continuó atascado, fallando demasiado desde fuera, y eso disparó a su rival, que supo jugar con el marcador.
El técnico croata detuvo de nuevo el choque tras un triple desde la esquina del letón Timma (34-19, min.15), pero los suyos eran incapaces de acercarse, con McLemore y Nakic demasiado desdibujados y Sakho sufriendo en la pintura. Al descanso, la ventaja del Monbus Obradoiro seguía siendo de 14 puntos (41-27).
Nada cambió en el inicio del tercer asalto. Un triple de Timma aumentó la renta de los de Moncho Fernández (49-31), que reservó al letón cuando se cargó con su tercera falta. Mrsic pedía calma a sus jugadores porque faltaba un mundo. McLemore falló un triple para acercar a los suyos a 12, y Strelnieks oxigenó al Monbus Obradoiro con otro. Las muñecas empezaban a calentarse. Replicó rápido Momirov con dos triples, el segundo muy lejano, para mantener con vida al Río Breogán (56-42, min.26).
Entre él y Nakic se encargaron de frenar al Monbus Obradoiro, incapaz de terminar de romper el choque. La tensión era máxima. El Obra llegó al decisivo cuarto con una renta de doce puntos (62-50, min.30), y ahí apareció el “silencioso” Thomas Scrubb para hundir al Río Breogán.
La renta santiaguesa alcanzó los 18 puntos (68-50), y Mrsic se vio forzado a pedir tiempo muerto porque a su equipo se le escapaba el derbi. Tres triples seguidos acercaron al Río Breogán, que enmudeció Sar con un palmeo de Polite. A falta de poco menos de seis minutos, los lucenses se pusieron a 9 (70-61). A Moncho Fernández no le queda otra opción que parar el duelo.
Las dudas parecieron aparecer de nuevo al lado del Monbus Obradoiro (una canasta en 5 minutos), y el Río Breogán continuó remando (70-64). En el juego interior encontró el equipo santiagués una solución, antes de que McLemore entrase en acción. Pero una vez más, Thomas Scrubb, la sombra de Moncho Fernández en la pista, y Pustovyi salieron al rescate de un Monbus Obradoiro que sale vivo del derbi. El Fontes do Sar enloqueció definitivamente y festejó como merecía el triunfo junto a su equipo.
Aquí puedes ver el vídeo resumen del partido y las estadísticas del mismo.