Bruno Dapena, director de proyecto de Altri: "No se consume agua, se usa. Y se devuelve con más calidad de la que fue captada"

Santiago de Compostela

En el comienzo de esta legislatura hay un tema que está centrando buena parte del debate, tanto de la política, como de la sociedad: el proyecto de Altri en Palas de Rei. Hay voces críticas con esta planta por su impacto ambiental y otras que aseguran que se va a cumplir toda la legalidad y que ponen el foco en que dinamizará la comarca de A Ulloa con la creación de puestos de trabajo. Desde la compañía aseguran que ellos no solo no van a contaminar las aguas del río Ulla, sino que la devolverán "con más calidad de la que fue captada" y avisan de que "sin fondos europeos el proyecto no es viable".

En una entrevista concedida a la Cadena SER, el director de proyecto de Altri, Bruno Dapena asegura que cuentan con "ultimísima tecnología" y que "el proceso productivo no consume agua, sino que se consume", devolviéndola al río "con más calidad de la que fue captada". Señala, además, que la van a devolver en un punto anterior al de captación en el río, de modo que "se volvería usar el mismo agua" y añade que el proceso es "muy garantista"

Sobre los expedientes abiertos en Portugal por un vertido en el río Tajo, señala que los expedientes "quedaron archivados" y que no pagaron ninguna multa. En todo caso, defiende la conveniencia de ubicar la fábrica en Galicia y no en Portugal por una cuestión logística, de acceso a materias primas como el eucalipto, y por el posible destino de las fibras textiles en la comunidad.

La fábrica dará trabajo a 500 personas de forma directa, y a otras 2.000 de forma indirecta.

En medio de las críticas que están recibiendo, Dapena asegura que los fondos europeos "son una condición sine qua non" y que "sin las ayudas públicas el proyecto no sería viable".

Lamenta que hubiera que cancelar las charlas, "que tenían un objetivo didáctico" por las críticas y la actitud de algunos de los asistentes.

Críticas de vecinos, agricultores y mariscadores

Los vecinos de la comarca da Ulloa rechazan el proyecto y se quejan de la falta de información por parte de la Xunta, a la que acusan de "hacer una campaña de marketing a favor de una empresa privada", y de la empresa, de la que dicen que fue "a vender cuatro cuentos". Marta Gontá, su portavoz alerta de que se va a ubicar en una zona única por su biodiversidad, y sostiene que "es incompatible" con su forma de vida.

Otro de los frentes abiertos de preocupación es la actividad de los ganaderos y agricultores. Jacobo Feijóo es el responsable de desarrollo rural de Unións Agrarias, señala que el proyecto origina muchos dudas a varios niveles. Entiende que hay que aclararlas y garantizar el cumplimiento de toda la normativa medioambiental. Los servicios técnicos están analizando el impacto que puede tener en su actividad antes de decidir qué alegaciones presentan.

En el sector marisquero hay mucha preocupación por el uso que van a hacer de los recursos hídricos y la posible contaminación en el río Ulla. Y es que de la ría de Arousa viven más de 1.500 personas de forma directa, "el triple que Altri", tal y como indica María Porto, la presidenta de la agrupación de mariscadoras de Carril.

La Xunta ha defendido en las últimas semanas el proyecto frente a las dudas que está suscitando en cada vez más sectores de actividad. Están convencidos de que se cumplirán todas las garantías medioambientales.