¿Cómo iniciarse en la apicultura? Estos son los consejos de un profesional

Lugo

Desde las asociaciones de apicultores están notando cómo en los últimos años va creciendo el número de gente joven que se interesa por el cuidado de las abejas, tanto como una actividad para el disfrute como para iniciar un negocio de producción y comercialización de miel. Manolo Ferreira es un apicultor vinculado a la asociación Casa do Mel de Goente, y destaca que un oficio vinculado con el pasado o con personas jubiladas, que hasta ahora eran mayoritariamente quienes la desempeñaban, está ahora cobrando fuerza entre las nuevas generaciones.

Por eso los cursos de iniciación a la apicultura están a la orden del día, la práctica es la mejor manera de aprender. En el último que impartió, en Xove, varias personas se quedaron sin plaza. Además la inversión económica para empezar no es demasiado alta y el cuidado de las abejas está muy vinculado con el ecologismo y la protección del medio ambiente, dos cuestiones que en su opinión explican el repunte de jóvenes apicultores que están viendo. La pregunta que surge entre los que arrancan de cero es: ¿cómo se empieza en la apicultura? Manolo Ferreira da las claves.

Perder el miedo

Lo principal es aprender a relacionarte con las abejas y para eso es fundamental no tenerles miedo y demostrar confianza. La mejor receta para perderlo es apuntarse a un curso de iniciación, dice, porque al ir acompañado es más fácil. En todo caso, recuerda, no hay razón para temer. "Hay que ir muy seguro de que vas preparado y de que no te van a picar", comenta, pero también "saber tratarlas bien, cómo y cuándo usar el humo, entender que hay límites y tener presente que hay días en los que pueden estar enfadadas". En ese caso, aconseja, "es mejor dejarlas tranquilas y volver al día siguiente". La meteorología es uno de los condicionantes que influyen en el estado de ánimo de una colmena, por ejemplo.

Para ir bien protegido lo más importante es llevar la ropa adecuada y bien puesta. Ferreira recomienda "ser prácticos" y aboga por la sensatez. "No por ir muy tapado te van a picar menos, no hace falta llevar una manta encima, sino más bien tener cuidado de llevar las cremalleras bien cerradas y evitar que puedan entrar por las mangas, los tobillos o por la cintura", explica.

Dos colmenas para empezar

Para convertirse en apicultor, claro está, hace falta hacerse con una colmena. O, más bien, dos. Esa es la recomendación de Manolo Ferreira, que dice no ser partidario de ter una solamente porque "puede traernos muchos disgustos". "Imagínate que las abejas tengan falta de alimento, de cría o les falte una reina", pone por ejemplo, y explica que "si tienes dos puedes hacer intercambios entre ellas y las abejas mismas van a gestionarlo". Por eso contar con un par como mínimo es lo ideal, porque te ofrece recursos para cuidarlas y sacarlas adelante.

Conseguir abejas no es difícil en la primavera podemos encontrarlas en el campo y "si nadie la reclama, podemos cogerlas sin problema y trasladarlas a una colmena" para cuidarlas. También es práctico hacerse con ellas a través de asociaciones como esta, Casa do Mel de Goente, de la que forma parte Ferreira. "En ellas hay mucha gente interesada en aprender, pero también hay personas experimentadas, profesionales, y dispuestas a vender", explica.

No solo eso, sino que este tipo de organizaciones aportan el asesoramiento y los conocimientos que hacen falta para empezar, y sobre todo la práctica. "Información hoy en día encuentras toda la que quieras, mucha más de la que nosotros te podamos dar", dice Ferreira, "pero lo importante es ver cómo se hacen las cosas y aprender ejecutándolas". Por eso para empezar lo mejor es apuntarse a un curso de iniciación y aprender acompañado de expertos.