La odisea de Paco Jémez para salir de Irán

A Coruña

Paco Jémez no lo dudó. Tras el aumento de las hostilidades entre Irán e Israel, el técnico tomó la decisión. La escalada del conflicto llevó inmediatamente al técnico y a su grupo de trabajo a iniciar el regreso express: “Cuando atacan a Israel sabemos que debemos abandonar el país inmediatamente”. Jémez relata en Coruña Deportiva como fue la odisea para salir de Irán y su regreso a la ciudad de A Coruña.

El entrenador, que hasta hace unos días entrenaba al Tractor FC, desveló en antena la incertidumbre con la que ha vivido las horas después del bombardeo iraní: "Podía haber sido peor, pero esta movidita la cosa". Su plan de vuelta a España tuvo que montarse a toda prisa: "Cuando nos levantamos el domingo y nos enteramos de que ha atacado a Israel, en ese momento tenemos clarísimo que hay que intentar salir del país porque con la intranquilidad que tenemos no merece la pena".

El propio Jémez agradeció el papel de su equipo facilitándole su salida, gestionándole incluso el papeleo necesario para formalizar su visado. "Si el club no pone de su parte, tenemos un problema gravísimo", asumió, consciente de la complejidad añadida del cierre del tráfico aéreo en el país durante toda la jornada del domingo y parte del lunes y planteándose incluso la posibilidad de "salir por tierra": "Había una incertidumbre grandísima porque los vuelos no salían, un cristo".

"Tuvimos suerte de que había un duelo fletado por la empresa que es dueña del club. Llegamos al aeropuerto sin saber lo que nos íbamos a encontrar, pero al final salió a su hora puntual y pudimos salir. Los que pudieron salir lo intentaron lo antes posible", amplió un Paco Jémez que apenas dio detalles de lo ocurrido a su círculo cercano hasta reencontrarse. "Les contábamos la mitad de la mitad de la mitad de las cosas que hemos vivido en Irán. Son ganas de preocupar sin ningún sentido. Mi madre se enteró de que yo estaba en España cuando aterricé en Madrid. Yo conozco a mi madre y le hubiera dado un infarto. La angustia de ella también te hace sentirte mucho más intranquilo, desde allí puedes ver más o menos que la situación está algo normal, pero desde aquí ellos no saben. Su intranquilidad hacía potenciar mucho más la nuestra. El motivo fundamental era salir sí o sí por nuestra seguridad, pero agravado también por el sentimiento de estar haciendo sufrir a nuestra familia", completó el entrenador, ya con el alivio de estar de nuevo con los suyos.