Rebeca Guzmán: “Lo más importante es que las personas hemofílicas puedan acceder al tratamiento”

Ourense

La hemofilia es una enfermedad congénita que afecta a la coagulación “donde nos falta uno de los factores -puede ser el 9, puede ser el 8- y hace que no se forme el coágulo adecuadamente y haya hemorragias. Así lo explica desde su consulta en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, Rebeca Guzmán.

La detección precoz y “que todas las personas que tienen hemofilia puedan acceder al tratamiento” son los dos aspectos destacados por esta responsable de la consulta de hemofilia del CHUO. Un tratamiento que ha evolucionado mucho en los últimos años, lo que ha mejorado la calidad de vida de los pacientes.

La prematuridad de su diagnóstico depende al gravedad “a mayor cantidad de factor que falte, más es la clínica hemorrágica y más rápidamente lo diagnosticamos”. El tratamiento se basa en prevenir el sangrado administrando el factor que falta, “el problema es que la administración del factor es intravenoso y con bastante frecuencia”, con hasta cuatro veces por semana. De esta manera, el día a día de los pacientes hoy ha mejorado mucho en relación a hace cuarenta años, pero todavía hay personas hemofílicas que tienen secuelas. Los tratamientos son costosos y en otros países no son accesibles para las personas que padecen esta enfermedad.

Generalmente es una enfermedad grave en periodo neonatal, “la herencia de esta enfermedad está ligada al sexo” explica la doctora. Se refiere a que los sufren la enfermedad son los varones de manera mayoritaria porque “las mujeres son portadoras, existen mujeres hemofílicas pero es poco probable porque tendría que ser un padre hemofílico y una madre portadora de la hemofilia”.