¿Sabes cuántos abrazos diarios son necesarios para aliviar los síntomas de la ansiedad y el estrés?

Lugo

Los abrazos sanan. Y así lo ha evidenciado la ciencia. Varios estudios han demostrado a lo largo de la historia que un buen achuchón produce en las personas una sensación inigualable. La psicóloga de cabecera de Hoy por Hoy Lugo, Jenifer Souto, indica que con el contacto "de piel a piel" nuestros niveles de cortisol disminuyen, por lo que nuestra felicidad aumenta.

"Pararnos para abrazar o ser abrazados nos regala tranquilidad. Nuestro organismo se libera, bajan los niveles de estrés y el confort nos invade", explica Souto. Dejarnos mimar es algo que beneficia no sólo al estado anímico si no que también se liga directamente a la mejoría de pacientes con patologías, por ejemplo, cancerígenas.

Los achuchones son medicina, pero como tal han de darse en su correcta dosis. La psicóloga lucense habla de varios estudios que demuestran que para que esos beneficios de los que hemos hablado con anterioridad se cumplan debemos prestar mucha atención a la cantidad y la calidad del abrazo.

"Vario expertos nos recomiendan abrazarnos hasta ocho veces al día y por lo menos durante veinte segundos", de hacerlo menos veces, sin pasión y en menos tiempo, la efectividad no será la misma.

Es curioso como lo primero que siente el ser humano al nacer es la piel de su madre y, sin embargo, ese apego, en muchos casos desaparece a medida que se crece. El mundo está dividido entre los que achuchan y los que son achuchados en contra de su voluntad. Y es que pese a ser una cultura excesivamente sobona, no todo el mundo lleva bien eso de saludarse con dos besos, estrecharse las manos o dar el típico golpe en la espalda a quien premiamos o felicitamos por algo.

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Según Souto ha de respetarse a este tipo de personas que reúsen el cariño y el contacto físico, pero si cree que sería necesario escarbar en él. "En ocasiones detrás de ese reparo en tocarse hay traumas ocultos, preocupaciones o trastornos que deberían tratarse en terapia", matiza.