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El feliz año nuevo de Iago Aspas

El genio de Moaña es el máximo goleador español en 2024 y roza el doble-doble

VIGO, 05/05/2024.- El delantero del Celta Iago Aspas celebra su gol ante el Villarreal durante el partido de Liga celebrado este domingo en el estadio Balaidos de Vigo. EFE / Salvador Sas / Salvador Sas (EFE)

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Minuto 81 del Celta-Villarreal. El Celta empata en casa contra un Villarreal con diez e intenta marcar un tercer gol que le ponga casi a salvo. Iago Aspas vuelve a ofrecerse, vuelve a pedirla y aguanta hasta que Douvikas tira el desmarque. Le pone un balón perfecto para que el griego marque un golazo de cabeza y le diese tres puntos de oro al Celta. Era la 9ª asistencia de Iago Aspas en Liga. Empata en este arte de asistir con Raphinha del Barça y con Savio del Girona en el Top 3 de la Liga. Dos jugadores internacionales con Brasil y que están luchando por el subcampeonato de Liga. Iago Aspas lleva luchando toda la temporada para que el Celta saliese de descenso y para que el Celta no volviese a caer. En ese contexto tan oscuro, todavía tiene más mérito esta estadística de Iago Aspas. Solamente Nico Williams, con una más, y Álex Baena le superan en la tabla de asistencias. Aspas lleva más que Lewandowski (8), Yan Couto (8), Diego Rico (7), Toni Kroos (7), Gundogan (7) o Valverde (7). Incluso jugadores que tuvieron picos de forma brutal como Brais, Greenwood y Griezmann llevan tres asistencias menos que el de Moaña.

El Príncipe de las Bateas, en una temporada discreta y en la que se habla poco de él, está cerca de conseguir dobles figuras de goles y asistencias. Solamente el propio Aspas y Mostovoi y Nolito en una temporada cada uno fueron capaces de hacer dobles dígitos con la camiseta celeste. Mostovoi con el EuroCelta en la (01-02) y Nolito en el Celta de la 14-15 antes de irse al City. El propio Iago ya había conseguido 14 goles y 13 asistencias en la 20/21.

A sus 36 años el arranque de Liga le costó e incluso el escaso feeling con Benítez también le lastró jugando muy alejado de la portería. Siendo señalado incluso en muchos partidos y teniendo que tirar del carro ante un equipo que solamente jugaba a la contra. Pero los números están y van a estar ahí. A esas 9 asistencias de gol, Aspas le suma 8 goles marcados. Y eso que falló dos penaltis y solamente llevaba 1 gol hasta Navidad. Pero en el momento de arrimar el hombro, tirar el carro y apretar los dientes ha vuelto a aparecer, poco a poco, sin hacer mucho ruido, la versión determinante del de Moaña. En un arranque de temporada muy malo en lo personal y en lo colectivo, Aspas llegó a enero con 1 gol marcado (San Mamés) y 4 asistencias de gol. Y ahí cambió todo.

Enero no fue cuesta sino resurgir. Gol en la victoria contra el Betis, gol en la final de Son Moix en el empate contra el Mallorca. Asistencia en Getafe a Allende, gol contra el Barcelona en Balaídos y contra el Cádiz en la final del Carranza. Y ya con Claudio Giráldez, asistencia a Carles Pérez en la victoria del Pizjuán, 2 goles y 2 asistencias en la victoria contra Las Palmas y gol y asistencia en la victoria contra el Villarreal.

Desde enero, Iago Aspas es el máximo goleador nacional con 7 goles marcados. Le siguen Guruzeta y Hugo Duro (6), Morata, Isco y Portu (5) e Isaac Romero, Samu, Ferrán Torres, Joselu o Fermín. Borja Mayoral, que lleva 15 goles en Liga, solamente ha marcado tres goles desde enero.

No es casual que Aspas lleve 9 ligas consecutivas marcando más de 8 goles con el Celta. No es casual que, en la temporada que todo el mundo habla de Savio y Greenwood, Aspas lleve los mismos goles y asistencias que el brasileño (8-9) y lleve 2 asistencias más que el inglés. La diferencia es que el Girona es el equipo revelación y el Celta ha sido de los peores equipos de la Liga. Por poner en contexto el hábitat en el que han tenido que jugar sus bazas Savio y Aspas.

Aspas se marca el objetivo de salvar al Celta y, después, poder llegar a los dobles dígitos para seguir haciendo historia. Todo el mundo es consciente de que el final de una leyenda cada vez está más cerca. Otra cosa es taparse los ojos y no ver estas estadísticas que siguen siendo muy importantes en el fútbol español.