La doble satisfacción del Fabril

A Coruña

El Fabril cerró la temporada el pasado fin de semana cumpliendo doblemente los objetivos de la temporada: han sellado la permanencia en Segunda Federación mientras que el flujo de jugadores hacia la primera plantilla ha sido constante. "Estamos muy satisfechos y a nivel personal es la temporada de la que más orgullosos estamos con el trabajo realizado por aunar los dos objetivos" reconocía esta mañana Óscar Gilsanz en Abegondo.

Ante el filial del Oviedo el Fabril conseguía una victoria que alejaba el peligro de la promoción de ascenso y situaba al equipo noveno en la tabla. Fue un encuentro donde los de Gilsanz demostraron su carácter competitivo, obligados a remontar el 1-0 de los asturianos y donde además fueron capaces de reponerse al fallo de una pena máxima. Con la permanencia en el bolsillo, la cantera del Deportivo podrá seguir fogueándose en una categoría exigente como es la Segunda Federación.

Trampolín para el primer equipo

Pero a mayores, el equipo ha sido un trampolín hacia el primer equipo para muchos futbolistas. Yeremay y Dani Barcia empezaron la temporada impulsados desde el filial pero formando parte de la primera plantilla. A ellos pronto se les unió Mella como parte fundamental del once titular. Mientras las lesiones le respetaron, Martín Ochoa gozó de minutos y llegó a anotar un gol en Sabadell que significó tres puntos para un equipo, en aquellos momentos, muy necesitado de victorias. Luego llegó el turno de Rubén López, goleador en Vigo y oxígeno habitual para el equipo en las segundas partes. El mercado invernal también impulsó a Iano hacia un plantel que vio también debutar a Kevin Sánchez y Diego Gómez. "La sensación es de satisfacción por conseguir los dos objetivos del filial: formación de jugadores para el primer equipo y ser capaces de seguir compitiendo en una categoría como Segunda Federación" confiesa Gilsanz. La buena noticia de la promoción de jugadores llevaba aparejada una reinvención en el filial, obligado a ir buscando alternativas a la (bendita) fuga de talento hacia el primer equipo. Nada despistó a los fabrilistas en la lucha por el objetivo final.

La suma de todas las experiencias deja una temporada en la que todos han madurado anticipadamente. "Todo lo que nos ha pasado, menos las lesiones, es positivo. Promocionar al primer equipo es positivo. La exigencia en los malos momentos, las semanas en play out y competir con esa exigencia también es formativo" explica el míster. El éxito obtenido en el verde lo comparte Gilsanz con piezas indispensables que no lucen sobre el tapete. "El club tiene una apuesta clara por el trabajo de cantera y eso (pone en valor) lo que hacemos, el trabajo en equipo en Abegondo. De conductores, persoal de limpieza, entrenadores de categorías como el alevín... todos ponen su grano de arena. Ese día a día es lo más importante"

Pese a que el Fabril ya no jugará más partidos esta temporada, la actividad del filial no para. Con el Deportivo intentando conseguir el ascenso directo, el Fabril seguirá en alerta para lo que se les pueda solicitar. "Tienen un par de días libres pero seguiremos entrenando hasta que acabe el primer equipo. Incidiremos en las mejoras individuales de los futbolistas". Además algunos futbolistas se incorporan a la disciplina del juvenil, un equipo el de Manuel Pablo que este domingo inicia la Copa de Campeones midiéndose en Abegondo al Sevilla. "Los juveniles se incorporan al equipo juvenil, tienen un final de temporada muy bonito para ellos".

Óscar Gilsanz tampoco es ajeno al proceso de crecimiento experimentado por sus pupilos este año. "Los entrenadores estamos en formación constante. Espero ser mejor entrenador que al comienzo de la temporada. Las experiencias que acumulas espero que te vayan haciendo mejor". Ese es el deseo de un míster que desde que ha aterrizado en el Deportivo ya sabe lo que es ser campeón de España con los juveniles, conseguir un ascenso con el filial o esta permanencia con sabor a título.