Un guardia civil fuera de servicio salva la vida a un hombre en una terraza de Burela
Marcelino García, que no se lo pensó dos veces y actuó, resalta la importancia de tener nociones de primeros auxilios
Un guardia civil fuera de servicio salva la vida a un hombre en una terraza de Burela
Lugo
Durante el fin de semana de las fiestas patronales de Burela, en la terraza de un establecimiento de hostelería, se vivió un momento de caos al atragantarse uno de los comensales. El hombre, que estaba acompañado de su familia, sufrió un ahogamiento que estuvo a punto de costarle la vida. Sin embargo, la rápida actuación de Marcelino García, un guardia civil que en ese momento de no estaba de servicio, lo evitó.
"El resultado hizo que pasar ese trago intenso mereciera la pena", dice García, que recibió el agradecimiento del hombre y de su familia. Cuenta que no se lo pensó dos veces y reaccionó de inmediato al ver que se generaba cierto bullicio en una de las mesas. Se acercó y realizándole la maniobra de Heimlich consiguió salvarle la vida.
"La verdad es que no se le da importancia que tienen a este tipo de maniobras o medidas como la RCP o la misma maniobra de Heimlich, que a todos nos suenan, pero a lo mejor a la hora de la verdad no sabemos muy bien como aplicarlas", apunta. Él agradece que, al ser guarda civil, reciben periódicamente formaciones en las que las ponen en práctica o realizan simulacros, lo que le permitió actuar con agilidad.
Sin embargo, además de tener estas nociones básicas aprendidas, la clave según asegura está tener decisión: "Hay que tener sangre fría y ser capaz de actuar sin dudarlo, no se puede estar pensado si vas o no vas, hay que actuar porque es cuestión de segundos".
En su caso, por su trabajo, está acostumbrado a gestionar situaciones de estrés, conflictivas o accidentales, y eso le ayudó a actuar con determinación. Fue, eso sí, la primera vez que tuvo que poner en práctica sus conocimientos sobre esta maniobra en una situación de peligro real.
Formación en primeros auxilios
Marcelino García reivindica la importancia de que todo el mundo tenga claro como desenvolverse en una situación como esta, porque de lo contrario, "si no tienes los conocimientos técnicos bien afianzados puedes ponerte más nervioso que la propia víctima".
Por eso opina que en tanto en la educación primaria como secundaria debería hacerse cada año una formación, a modo de aprendizaje primero y recordatorio después, para tener herramientas en caso de enfrentarse a una situación de riesgo. "Si se tiene claro cómo proceder, se actúa con mucha más seguridad", apunta, algo que puede ser determinante.
Incluso cree que debería enseñarse en otro tipo de enseñanzas no regladas, como las autoescuelas. Argumenta que "son conocimientos sencillos, que en media hora pueden estar explicados, así que no quitan mucho tiempo" y pueden salvar vidas.