Luz Arnau, la burelesa que a sus 72 años triunfa en los concursos de belleza

Lugo

A los 72 años, la burelesa Luz López Arnau se ha lanzado a las pasarelas para demostrar que nunca es tarde para aprender y que la belleza no tiene edad. Tras coronarse en el concurso de belleza Mrs Grandma Galicia, para mujeres de más de 50 años, competirá ahora en el campeonato nacional en Málaga para intentar llevarse la corona: "Ya ves la frustración en la vida a dónde nos lleva", bromea.

El éxito en este mundo le ha "llegado un poco tarde", pero con las energías intactas "para disfrutarlo". Cuenta que siempre le gustó mucho el mundo de la moda, pero "la vida me fue llevando por otros lados y salvo dos películas en las que aparecí como figurante y una banda que gané a los 17 años me distancié de todo esto". Fue funcionaria y ahora, ya jubilada, decidió darse el gusto que no pudo de joven.

La mayoría de los concursos de belleza para mujeres mayores de 50 años tienen tope de edad, y sólo permiten presentarse hasta los 60, pocos hasta los 70, pero ella también se quedaba fuera. Al encontrar el certamen del que finalmente salió vencedora y ver que no había límite, decidió probar suerte: "Primero pedí información, y poco a poco me vi envuelta hasta que terminé con la banda y la corona en la cabeza".

En todo momento recibió ánimos por parte de su familia: su hija, su yerno y sus dos nietas. "Ellas me apoyaron mucho, siempre fuimos muy respetuosos los unos con los otros", dice Luz Arnau. Tuvo que aprender y formarse en modelaje o posado, pero no lo vio como un "sacrificio", porque le gusta.

Sin embargo, y a pesar de que en los concursos recibe masterclass para perfeccionar la técnica, lo suyo es la espontaneidad. "A veces me pongo yo sola delante del espejo y digo, venga, me lanzo", confiesa, "pero después me sale a mi manera, no te creas que es nada muy disciplinado".

A pesar de que la mayoría de las participantes con las que se encontrará en Málaga están más cerca de los 50 que de sus 72, dará la batalla. Ella apuesta por la naturalidad, pero con empeño porque quiere "dejar el pabellón un poco alto, o como mínimo no dejarlo mal".

La confianza y el arrojo que hacen falta para lanzarse a la pasarela también ha tenido que trabajarlos: "Eso no lo traía de casa". Con un poco de esfuerzo y con pasión consiguió soltarse y disfrutar de la experiencia que le ha "cambiado la vida", y que le permite conocer a "personas maravillosas".

Naturalidad

A Luz Arnau no le gusta dar consejos, tampoco de belleza: "No soy la persona idónea para eso", asegura. A las niñas y jóvenes que se sienten presionadas por unos cánones estéticos inalcanzables cree quien más las puede ayudar son sus familia y sus seres queridos, pero sí les traslada un mensaje. "A esas edades no hay nada que arreglar", dice, "y además les diría que lo más bonito es la naturalidad, de hecho a mi edad me dicen que es uno de mis mayores atractivos".

Entiende que las modas cambian y que dependiendo del momento "nos vemos mejor con los labios más gorditos o más finos", pero lo que ella cree que se debería potenciar son las particularidades "que todos tenemos y que nos hacen únicos". "Cada uno tiene su atractivo", dice, "y eso es lo más bonito, no que parezcamos seriados, todos con los mismos labios y las mismas mejillas".