Sé lo que hicisteis el último verano
Marco Garcés trabaja ya en su primer gran test como director de fútbol del Celta
Vigo
El domingo 26 de mayo el Celta celebraba la permanencia en Balaídos. Los jugadores y el cuerpo técnico decían adiós a una dura temporada y cambiaban el chip a modo vacaciones. Todos menos Marco Garcés y la dirección de fútbol del Celta. Con una plantilla que supera los 30 componentes, con jugadores que tienen que dar el salto también del filial al primer equipo (Damián, Hugo Álvarez, Fer López o Javi Rueda), el trabajo se le va a multiplicar al director deportivo mexicano del Celta. Ya no solamente para el primer equipo y la remodelación profunda que pretende hacer el club, sino también en el filial ya que empiezan a anunciarse más que posibles salidas de Raúl Blanco, Ruly, Pablo Durán o Alfon entre otros.
Ya estamos a 11 de junio y el equipo volverá al trabajo a principios de julio. Y es que la Liga 24-25 comenzará el 14 de agosto, con una peculiar primera jornada entre semana. La contrarreloj para Marco Garcés se ha iniciado y, por ahora, llevamos dos semanas en las que todavía no se ha movido demasiada cosa en el primer equipo. Una cosa es la declaración de intenciones del Celta que ya le ha trasladado a muchos jugadores cuál puede ser su futuro, pero ahora hace falta que las ofertas, los traspasos o las cesiones cuajen. Se habla de Cervi y alguna que otra oferta, el tema Larsen parece bastante parado, por ahora, y tampoco hay movimiento con los Baeza, Dotor, Lautaro, Sergio Carreira, Paciencia y otros jugadores que, difícilmente, van a tener cabida en el primer equipo.
Garcés tendrá otro objetivo complejo que pasa por rentabilizar las bajas de muchos de esos jugadores con los que no cuenta Claudio Giráldez para la próxima temporada. Una cosa es que no cuente con ellos y otra cosa es que acaben saliendo. Necesita evaluar el ahorro de ficha que supondría el adiós de estos jugadores, pero también, en muchos casos, necesita también sumar algo de traspaso por ellos. Si el Celta piensa, por ejemplo, en la no continuidad de Cervi, Manu Sánchez o Ristic y que está abierto a escuchar ofertas por Unai, Beltrán, Luca de la Torre o Carles Pérez, por poner algunos nombres, está claro que ahí estaríamos hablando también de la necesidad de rascar dinero por traspaso también.
Le esperan semanas de trabajo a Marco Garcés y a su equipo para aligerar plantilla, para buscar operaciones que den solvencia económica como Larsen o algún otro traspaso importante, sin olvidarnos de la necesidad de fichar a los 5-6 jugadores que ha pedido Claudio Giráldez.
Sostiene el Celta que aprendieron de los errores del pasado y que no quieren repetir lo de irse de pretemporada solo con 12 jugadores o lo de empezar la temporada con la plantilla a medio hacer. El caso es que el tiempo pasa, ya casi hemos consumido tres semanas, y las operaciones siguen en fase embrionaria. Hay que dejar trabajar al Celta y a Marco Garcés en su primer gran examen final como director de fútbol del Celta. Lo hace después de sacar buena nota en los exámenes parciales de enero con las llegadas de Manquillo, Jailson y Allende. Garcés seguro que tomó nota porque pensará “Sé lo que hicistéis el último verano”.