Santiago quiere implantar una tasa turística de entre un euro y 2,5 por noche

Santiago de Compostela

El Concello de Santiago de Compostela sigue avanzando en medidas para controlar el turismo desaforado que está teniendo un notable impacto en la ciudad. Tal y como avanzamos en La Ventana de Galicia, el gobierno local ya le ha remitido a la Xunta de Galicia toda la documentación para la implantación de la tasa turística. Se le cobrarán entre un euros y 2,5 a los visitantes en función del tipo de establecimiento que utilicen.

Hace meses, en una reunión mantenida en octubre, la alcaldesa, Goretti Sanmartín, le trasladó al presidente de la Xunta de Galicia su intención de cobrar una tasa turística en la ciudad. Pese a la "buena receptividad" que hubo entonces, desde aquel momento no había habido avances, con Alfonso Rueda diciendo una y otra vez que el Concello no le había remitido la documentación. Sanmartín lleva meses insistiendo en la conveniencia de esta tasa.

En San Caetano ya la tienen desde el martes de esta semana y este jueves el gobierno local la presentará públicamente. Un documento al que hemos tenido acceso en la Cadena SER, y que contempla el cobro de un impuesto que variaría en función del alojamiento utilizado: desde un euro por día y noche para los usuarios de establecimientos de menor categoría, como pensiones, hostales o campings, hasta los 2,5 para los más sofisticados.

Ha habido variación con respecto a la horquilla mínima inicialmente prevista, que era de 50 céntimos.

Ahora está en el tejado de la Xunta darle luz verde o no a una medida con la que el gobierno local compostelano pretende compensar el efecto de la llegada masiva de visitantes, en un contexto en el que están trabajando para corregir los desmanes y las avalanchas que tienen efectos perjudiciales para la ciudad.

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La pasada semana aprobaron en pleno la ordenanza para regular las viviendas de uso turístico, mientras que siguen pidiendo a la Xunta que saque del Registro autonómico aquellos que no tienen licencia municipal. De todos modos, el ejecutivo local no pretende prohibirlas, de momento, como pretende Barcelona y como se plantea ahora el Gobierno central.

Hace unas semanas también prohibieron la apertura de nuevos negocios ligados al turismo en el Casco Histórico, para proteger al comercio local.