Sociedad

Morir de éxito: el riesgo al que A Mariña se enfrenta cada verano

La proliferación de vivienda turística, la turistificación o la gentrificación son algunos de los problemas con los que tienen que lidiar los concellos costeros de la provincia de Lugo

Morir de éxito: el riesgo al que A Mariña se enfrenta cada verano

A Mariña

Llegados a este punto del verano: ¿Quién no ha pisado ya una playa? Aunque el tiempo no acompañe, ya son muchos los que están disfrutando de sus vacaciones en los principales paraísos vacacionales de nuestra provincia. A Mariña se ha consolidado como un destino obligatorio en el Cantábrico, pero como cada año vuelve el temo de morir de éxito.

Viveiro, Ribadeo, Foz, Barreiros... Son localidades que triplican su población en los meses de verano. A simple vista, puede parecer una buena noticia para todos aquellos que viven del turismo en esta zona, pero la realidad es otra bien diferente.

Socialmente está muy interiorizada esa cultura vacacional: ir a destinos de ensueño, viajar donde digan las redes sociales y, por ende, a donde se dirigen las masas. El resultado acaba siendo vacacionear en lugares masificados que no están hechos para albergar a toda la cantidad de personas que llegan.

Esto es lo que pasa en A Mariña. Las campañas turísticas y la apuesta por planes de desarrollo han provocado que estos destinos se conviertan en “instagrameables”, generando más tráfico de viajeros. Este no es un adjetivo del que presumir, todo lo contrario, acarrea una serie de consecuencias negativas como la masificación de los destinos.

¿Economía o medioambiente?

Encontrar el equilibrio entre el movimiento económico y el cuidado al medioambiente es, todavía, una tera pendiente. Sin embargo muchos concellos costeros ven en él el único futuro viable.

Un turismo desmaterializado y sostenible deja de ser una utopía con las actividades ecosostenibles que ponen en marcha muchos municipios como Barreiros, con la organización de las Georutas que organiza A Mancomunidade de A Mariña. Una forma de ejemplificar cómo se puede hacer turismo.

Evitar que A Mariña no “muera de éxito” por el boom incontrolable del turismo es un reto a abordar a corto plazo. La gentrificación ya es una realidad mariñana. Los lugareños comienzan a verse obligados a marchar de sus barrios, aunque sea en verano, porque es imposible llevar a cabo una vida de calidad.

Controlar los pisos turísticos

Con la llegada de visitantes son muchos los propietarios que aprovechan para alquilar viviendas a precios desorbitados. “Socialmente se entiende por razonable que una persona que tenga un piso en la playa lo alquile por un precio que él entiende de mercado”, indica Carmen Figueiras, presidenta del COAG de Lugo.

La culpa no debe dirigirse solo a los arrendatarios porque esta forma de conseguir ingresos es el resultado de políticas estatales y autonómicas, señala la experta. Esta situación turística se pretende combatir mediante el equilibrio entre visitantes, economía y viabilidad medioambiental.

Hay que buscar un equilibrio, regular, que no es lo mismo que prohibir. La subida de alquileres impide que muchas familias se animen a realizar aquí un proyecto de vida debido a los precios desorbitados”, señala el alcalde de Foz, Fran Cajoto.

¿La solución según el regidor? La promoción de viviendas públicas, "que hace años que no se llevan a cabo, y la regulación de los pisos turísticos".

Para ello, el ejecutivo socisalista reclama a la Xunta la implantación de una tasa turística para reforzar los servicios frente a la masiva llegada de turistas al mismo tiempo que se cuida el municipio. “O nos acogemos a la norma desde las autonomías o que nos dejan a los ayuntamientos para regular la situación”.