Para una energía justa: consumo colectivo y más renovables

A Coruña

Necesitamos más energías renovables, muchos colectivos e instituciones están totalmente a favor de que en Galicia tiene que producir más energías renovables. Pero ¿cómo debe hacerlo? Son también necesarios más procesos participativos que ayuden a la sociedad en su conjunto a entender el problema al que nos enfrentamos y las comunidades energéticas son un buen camino para seguir.

Dependencia de la energía fósil

Según el informe del «Análisis de la situación de la transición energética en Galicia» publicado por Greenpeace y el Observatorio Galego da Acción Climática en diciembre de 2023, tres cuartas partes de los recursos energéticos que usa Galicia para transformarlos en electricidad, combustibles y calor son importaciones de combustibles fósiles de terceros países

Esta alta dependencia de la energía fósil importada nos hace ver la necesidad de una mayor producción local de energía renovable para reducir esta dependencia exterior. A pesar de los avances en la producción de electricidad a partir de fuentes renovables, que han crecido significativamente, nuestra comunidad autónoma no está cerca de satisfacer todas las necesidades energéticas con fuentes autóctonas.

Para reducir el consumo total de energía es necesario aumentar la eficiencia energética y evitar usos despilfarradores o de lujo, pero también incrementar la producción y el consumo de electricidad renovable a través de la electrificación.

En Galicia la cuota de renovables supera el 40%

Aun así, en Galicia tenemos mucho camino avanzado, la cuota de las renovables en el consumo energético es del 43,5%, duplica la media europea (21,8%) o la española (20,7%). El objetivo de consumo de energías renovables para el 2040 es alcanzar el 100% y aunque las buenas cifras la cuota de renovables en el consumo eléctrico (102,1%), en otros sectores es muy baja como la calefacción y la refrigeración (30%) y el transporte (6,5%), donde queda todo por hacer.

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Avanzando a un sistema más justo

Debemos avanzar también hacia un sistema energético más justo, que haga frente a la pobreza energética y que desplace la toma de decisiones a la sociedad. Para esto están las comunidades energéticas que poco a poco se están haciendo notar en Galicia. Existen importantes proyectos como el proyecto piloto de EC4RURAL de la FEGAMP que une 22 ayuntamientos rurales gallegos que, durante los próximos cuatro años, intentarán definir modelos de comunidad energética adaptados a cada realidad local.

¿Qué es una comunidad energética?

Una comunidad energética es una organización o agrupación formada por ciudadanos, empresas, entidades locales o cualquier tipo de actor social que se unen con el objetivo de producir, consumir, compartir, gestionar o almacenar energía de manera colectiva y local. Estas comunidades se centran en la energía renovable y tienen como finalidad principal promover un modelo energético más sostenible, descentralizado y democrático.

Para entenderlo mejor vamos a irnos a un ayuntamiento de unos 1.200 habitantes. Vilasantar está en la comarca de Betanzos, es un ayuntamiento rural que se dedica principalmente al sector primario. Fernando Pérez, su alcalde, destaca el compromiso del municipio con la reducción de la huella de carbono a través de la instalación de paneles solares y la creación de la comunidad energética "Vilasantar Enerxía". Según Pérez, esta iniciativa permitirá a la comunidad no solo reducir su factura eléctrica, sino también disminuir la dependencia de energías más contaminantes. "Nos asociamos para generar, gestionar y consumir energía renovable, lo que nos permite compartir la energía generada y reducir nuestra dependencia de otras fuentes", señaló.

Las comunidades energéticas permiten a sus miembros participar activamente en la transición energética, permitiéndoles ser más que simples consumidores de energía, pasan producirla y gestionarla. Esto implica que los miembros pueden generar su propia energía a partir de fuentes renovables, como la solar o la eólica, y consumirla, compartiendo el excedente con otros miembros de la comunidad o vendiéndolo a la red eléctrica.

Este modelo se base en nuevas normativas que permiten el “autoconsumo colectivo a través de la red de distribución con compensación simplificada de excedentes” Parece complicado, pero es fácil de entender:

• Autoconsumo: Se consume la energía propia, tomando energía complementaria de la red cuando sea necesario.
• Colectivo: Son varios los usuarios que reciben la energía producida.
• A través de la red de distribución: Se usa la red existente teniendo en cuenta la limitación de 2km de distancia al centro de producción.
• Con compensación simplificada de excedentes: La energía producida se reparte entre las personas asociadas a la instalación de producción próxima.

La puesta en marcha de un sistema así gran reto técnico y administrativo, además del de mediación ciudadana pero para eso tenemos referentes en Galicia Pablo Álvarez, Director de Proyectos de Transición Energética en el ITG, el Instituto Tecnológico de Galicia, subraya que estamos en un momento crucial para realizar un cambio global en el sistema energético, aprovechando la inestabilidad actual para colocar a los consumidores en el centro del ecosistema energético. "Las comunidades energéticas locales representan una gran oportunidad para que los usuarios decidan cómo utilizar la energía renovable que producen: si la autoconsumen, la venden, la almacenan o la intercambian", afirmó Álvarez. Además, destacó el desarrollo de tecnologías avanzadas, como el Big Data y la inteligencia artificial, para optimizar la toma de decisiones energéticas, permitiendo que los usuarios obtengan los máximos beneficios de estos sistemas.

Existen varios modelos jurídicos principales para la gestión de las comunidades energéticas, cada uno adaptado a diferentes necesidades y contextos. Desde los modelos más empresariales como sociedades limitadas (SL) o anónimas (SA) permiten la entrada de inversores y el reparto de beneficios. Las cooperativas energéticas permiten a los miembros ser propietarios y consumidores de la energía, promoviendo la participación democrática y llevando a cabo la inversión con sus fondos.

Hasta otros modelos que no tienen ánimo de lucro y enfocados en objetivos comunes como la eficiencia energética. Este modelo es el que tiene más interés para Galicia y hace que la ciudadanía encabece los proyectos. Su funcionamiento es muy similar al de una asociación de vecinos o una comisión de fiestas, pero gestionan la generación de energía renovable distribuida para autoconsumo colectivo, la presentación de servicios de eficiencia energética, la implantación de sistemas para movilidad sostenibles e incluso la gestión energética de los contratos de suministro.

Hemos hablado también con Iago Pedreira, de Flinq Ingeniería, que ve las comunidades energéticas como una oportunidad para regresar a un modelo de colaboración y economía circular. "Esto es como antaño, cuando compartías el exceso de frutas de tu árbol con el vecino. Las comunidades energéticas nos ofrecen la posibilidad de ser más limpios, más verdes y compartir la energía sobrante", explicó Pedreira. Además, resaltó los beneficios económicos, estimando ahorros de hasta un 30% en algunos proyectos, y su contribución a la lucha contra el cambio climático.

Así que, si estas en uno de los ayuntamientos que están promoviendo una comunidad energética no dudes en sumar. Además de un ahorro económico en tu factura, se estima de hasta un 30% en algunos proyectos, ayudas en la lucha contra el cambio climático y colaboras con la economía circular.

Nos lo explicó muy bien el Alcalde de Vilasantar Fernando Pérez que concluyó resaltando el carácter colaborativo, transparente, democrático y sostenible del sistema, enfatizando también la importancia de la labor educativa. "Es fundamental sensibilizar sobre la eficacia y el consumo responsable", añadió el alcalde de Vilasantar.

Esta en tu mano contribuir a un sistema energético más justo, a emprender el camino de una mayor autonomía energética. En una comunidad energética cuidas del planeta y de las personas impulsando el uso de las energías renovables. ¡Súmate!