Remontada celeste por San Roque para empezar el curso

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El Celta no sabía lo que es ganar en la primera jornada desde 2015. Ya era una tradición empatar o perder y empezar ya con la calculadora en mano. Pero el día de San Roque, festivo en Vigo, había que dedicarle una victoria con épica a los 23.000 aficionados que se fueron a Balaídos desafiando el festivo local, el puente, la playa y el concierto de Vetusta Morla. Y eso que la cosa empezó regular. Con un Alavés mejor plantado en el terreno de juego y un Celta con dudas que apenas inquietaba a Sivera. Kike García marcaba el 0-1 en un buen remate de cabeza tras un pase extraordinario de Antonio Blanco. Otra vez tocaba remar, otra vez tocaba remontar. Y lo volvió a lograr el Celta de Claudio Giráldez. Lo hizo con épica porque se repuso a un riguroso fuera de juego del semiautomático que anuló el gol marcado por Aspas en el 40 de la primera parte. Pero tocaba la heroica y llegó en la segunda parte. El mensaje fue claro de Claudio: al campo Williot, Javi Rodríguez y Jailson al salir del descanso. El canterano demostró su talento defensivo mejorando las prestaciones de Manquillo. Jailson le dio una salida muy aseada de balón al equipo pero cometió errores groseros que pudieron costar caro. Williot volvió a confirmar que la pretemporada fue un serio aviso para Bamba: está más fuerte, físicamente más potente y con esa sangre fría para definir. El sueco le dio mucho al ataque celeste y de sus botas empezaron a salir ocasiones. Swedberg se inventa un remate con el exterior desde fuera del área que lo podría firmar Álvaro Recoba en sus mejores tiempos. Golazo en un remate absolutamente exquisito.

El Celta quería más y el Alavés recuperarse del golpe. Se entró en un intercambio durísimo de golpes que pudo acabar de cualquier forma. Iván Villar salva dos mano a mano de Stoichkov y Villalibre y Sivera salva un par de remates peligrosos. Todo hasta que llegó un pase magistral de Williot para Aspas que define como solamente él sabe hacer. Era el minuto 83 y el Celta conseguía ponerse 2-1 en el marcador. Aspas demostraba nuevamente que la teoría de la edad biológica a la que aludía Benítez está por demostrar. Marcó uno, le anularon otro y tuvo uno que le sacó Sivera. El Celta sonríe y el celtismo ve la clasificación con 3 puntos ya de tres posibles. Algo que no pasaba desde los tiempos del Toto.