El cambio climático amenaza al sector primario en Galicia
Se prevé una pérdida del 50% de la producción del cereal, la carencia de especies como la caballa o el aumento de la salinidad en las rías
Santiago de Compostela
El impacto del cambio climático ya es una realidad en Galicia. Lo notan fundamentalmente en el sector primario, y las previsiones de futuro no son muy positivas.
Hace más calor, llueve menos, y son más habituales los fenómenos meteorológicos extremos, como danas y ciclogénesis que dejan grandes fotos en los medios, y como olas de calor asfixiantes durante el verano, más cruentas y sostenidas en el tiempo, dando lugar a incendios más virulentos, los de sexta generación, que son prácticamente imposibles de combatir. Pero los efectos van mucho más allá de lo visual, y afectan al tejido económico gallego.
Reportaje. El cambio climático amenaza al sector primario en Galicia
Y lo notan, sobre todo, en el sector primario. En el campo y en el mar. Los agricultores y ganaderos se muestran preocupados por la caída de la producción de patata y cereal. En este último caso, con una caída del 50%, y con pérdidas del 20% esta campaña. Es un efecto de las intensas lluvias que se concentran en algunos meses del año, y que arruinan los campos estropeando las semillas.
Sube el nivel del mar, cada vez más cálido
En 70 años el nivel del mar en zonas como en Vigo ha subido más de dos milímetros, y se prevé que siga en la misma dirección en los próximos años. De hecho, Vigo es la ciudad española donde más ha crecido el nivel del mar en menos de un siglo.
Otro de los efectos del cambio climático en el mar es que cada vez está más caliente, con una subida de un grado y medio en el Atlántico norte. Este calentamiento tiene consecuencias en la vida normal de las especies marinas, que están teniendo que migrar hacia nuevos ecosistemas. Otro de los efectos, más visual, el incremento de los animales varados en nuestras costas.
También varía la salinidad de las aguas de las rías, golpeando a la actividad del marisqueo. En la ría de Muros e Noia, se perdió un 80% de la producción.
Un futuro poco halagüeño
Pensado en el futuro, los expertos no son muy optimistas. Alertan de que los efectos son muy difíciles de revertir. La prioridad, ahora, es tratar de frenarlo. Uno de los proyectos que se están poniendo en marcha se desarrolla en Sálvora, donde se analiza la resistencia de las especies foráneas a las nuevas circunstancias climáticas.