Caxoto cumple dos décadas encima de los escenarios: “Intento reproducir lo que pasaría en una lareira de hace cincuenta años”

A Mariña

El contador de Cervo celebra su veinte aniversario encima de los escenarios. Su narración intensa, emocional y retórica ha sido la clave de su éxito. Ahora, años después de su primer cuentacuentos, echa la vista atrás en esta entrevista y analiza los puntos más interesantes de su carrera. Una trayectoria que lleva por bandera el entretenimiento y la reivindicación de este arte milenario.

- Antes de entrar en el plano profesional, la pregunta que le hay que hacer sí o sí es: ¿De dónde viene el apodo de 'caxoto'?

- En la provincia de Lugo todos tenemos tres nombres: el nuestro, el de la casa de nuestro padre y el de la casa de nuestra madre. ‘Caxoto' es el nombre de la casa de mi madre. Es decir, mi madre es la 'caxota', y como tuvo tres hijos, somos tres 'caxotos': 'caxoto' mayor, 'caxoto' mediano y 'caxoto' pequeño. Es un apodo que habla de mi tatarabuela que andaba de noche porque era costurera y siempre que la veían decían: “Ahí va a caxotar”. Que quiere decir ‘de parranda’, y nos quedó ya a nosotros también.

- ¿Cómo es su espectáculo que tanto le gusta a los más pequeños de la casa?

- Realmente no es un espectáculo, son alrededor de veinte funciones diferentes en cuanto a temática y edades, porque cuento para niños pero también para adultos. Son espectáculos de cuentos, una mezcla de historias de vida con cantigas, juegos… Intento reproducir lo que pasaría en una lareira de hace 50 años donde no había ni Netflix, ni HBO, ni tablets ni móviles. Donde la gente hablaba y contaba anécdotas de lo que pasaba aquel día.

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- Cuentos de los que se sacará alguna conclusión o moraleja

- Muchas veces sí, otras son para divertirse y jugar. Pero sí, tengo un poco de gusto por los cuentos de los que se saca algo. El cuento es un camino del que quedan pequeñas cosas que vamos adquiriendo en nuestra forma de ser y en nuestra ética.

- ¿Y podría contarnos brevemente la sinopsis de alguno de los cuentos que narra usted?

- Tengo cuentos de todo tipo. Llevo 20 años contando uno donde voy mezclando todos las personajes de los cuentos tradicionales de lobos como 'Caperucita', 'Los tres cerditos' o 'los siete cabritos'. Los meto todos en el mismo cuento, hago un batiburrillo de personajes y parece que siempre va a venir el lobo donde ellos y al final le están organizando ellos un cumpleaños al lobo.

- ¿Cuentos con giros de guion entonces?

- Me gustan mucho los giros de guion, y si no los tiene el cuento los busco yo.

- Lleva 20 años ya encima del escenario, ¿cómo supo que se quería dedicar a esto?

- Un poco por casualidad. Tenía la tendencia de sumergirse en el teatro y la música y de repente tuve la suerte de ver a Cándido Pazó, un gran contador gallego. En aquel momento dije: "qué maravilla esto". Posteriormente tuve la posibilidad de hacer una formación relacionada con la narración oral, con contar cuentos, y me animé. Quedé enamorado y no me pude desprender.

- ¿Y que balance haría de estos años?

- El balance lo tendría que hacer la gente que me escuchó narrar cuentos [ríe]. El hecho de que me llamen y me vuelvan a llamar de sitios y viajar por toda Galicia es el balance. Es sinónimo de que hago algo bien y los cambios o adaptaciones que voy introduciendo funcionan. Para mí es la forma de que lo estoy haciendo bien. s un balance positivo.

- Los niños aprenderían muchísimo de usted, ¿pero qué aprendiste tú de los niños?

- Yo de los niños aprendo todo. Hay niños que cambiaron mis cuentos. Los niños cuando no entiende algo preguntan. Los cuentos funcionan en base a sus reacciones. Aprendo de ellos porque sé cómo colocar los argumentos y personajes. Me hacen replantearme muchas cosas. Aprendo a contar a través de sus ojos y preguntas.

- Y para finalizar, ¿qué proyectos tiene en un futuro próximo?

- Es una pregunta que me hacen siempre. como ahora estoy con estos 20 años, quiero cerrar este año de repaso y se que después cuando acabe este año pondré la mirada en el futuro y encontraré otros retos. Este año ha sido el reto de mi primer libro: 'Avoa, neto e burro'. Estoy en un punto de inflexión. Siempre funcioné por retos. Ahora toca esperar por el siguiente.