Una falsa alarma al 092 en Lugo que podría salir muy cara

Lugo

Hay gente que tiene mal perder. Un vecino de Lugo discutió con sus colegas cuando estaba de reunión con ellos en un piso de la ciudad. Se marchó airado y, aparentemente, insatisfecho con el resultado de la conversación. Supuestamente, para zanjar el asunto, a su modo, no se le ocurrió mejor forma de proceder que llamar al teléfono de emergencias de la Policía Local de Lugo, el 092, para avisar de que se estaba produciendo un incendio en esa vivienda.

Es lo que sospecha, al menos, la Policía Local de Lugo, que lo ha denunciado por una supuesta infracción de la Lei de Emerxencias de Galicia. Ahora, esa falsa alarma podría ser castigada con una sanción económica de hasta mil euros.

Los hechos sucedieron a la una de la madrugada del pasado domingo. La sala operativa del teléfono de emergencias 092 recibió la llamada de un hombre para avisar de que se estaba produciendo un incendio en una vivienda de la Rúa Mestre Soutullo.

De inmediato se pusieron en marcha los servicios de emergencias y se desplazaron al lugar indicado una patrulla del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local de Lugo y efectivos del Servizo de Extinción de Incendios. También se pasó aviso al Cuerpo Nacional de Policía.

Sin embargo, cuando llegaron a la vivienda, los agentes comprobaron que se trataba de una falsa alarma. Las personas que estaban dentro del piso les explicaron a los agentes que habían discutido con otro hombre y que este, unos minutos antes, se había marchado del inmueble.

De inmediato, los agentes iniciaron una investigación para determinar qué había pasado realmente. Realizadas las correspondientes pesquisas, comprobaron que el número desde el que había sido efectuada la llamada se correspondía con el del hombre con el que habían discutido las personas que estaban en el piso.

Por ello, iniciaron los trámites necesarios para su plena identificación y para levantar acta de denuncia por una supuesta infracción de la Lei de Emerxencias de Galicia, que podría ser castigada con una sanción desde 60 hasta 1.000 euros.

Su reacción puede salirle realmente cara.